Con los ojos que vesMuestra

Este Salmo es uno de los más hermosos que hay en la Biblia. El Rey David lo escribe. Para David, Dios es el Dios que ve todo lo que hago, lo que soy, lo que pienso, me acompaña por dónde paso, vigila aun mi descanso.

David lo describe con una hermosa metáfora: Dios es tal, que su presencia envuelve todo tu ser, estás y estoy cubierto(a) por su mano siempre. Según este Salmo, no puedo esconderme ni aun en la oscuridad; donde sea que me encuentre creyendo que puedo escapar de su vista me llama, me espera, me acoge.

David resalta que Dios tiene cuidado de la formación de cada hueso de nosotros, que nada se escapa de sus ojos. En el versículo 16, dice que sus ojos vieron mi embrión en el vientre de mi madre, y que cada parte de mí fue escrita y ordenada por Dios. Todo este canto y oración es un recordatorio del cuidado de Dios sobre nosotros.

No hay un accidente en nuestras vidas que escape de su vista. ¡No estamos solos!. El Salmo termina con una expresión hermosa que te invito a hacerla tuya este día, el Salmos 139:23-24 en versión TLA nos dice:

«Dios mío,
mira en el fondo de mi corazón,
y pon a prueba mis pensamientos.
Dime si mi conducta no te agrada,
y enséñame a vivir
como quieres que yo viva.»