Santidad práctica: despojarse del viejo hombre – vestirse del nuevo hombreMuestra
Afuera con lo viejo: Despojaos (desnudaos) del viejo hombre
El viejo vestido o viejo hombre equivale a un estilo de vida impío, impropio y pecaminoso - modo anterior de vivir-, tal como lo describe Efesios 4:16-17:”Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza”.
El viejo hombre equivale a la vida no regenerada. El creyente es amonestado a renunciar a ese viejo hombre, que ya no le representa ni le confiere identidad alguna, pues su nueva identidad está escondida en Cristo. “Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios” (Colosenses 3:3).
El verbo despojarse significa quitarse, como cuando uno se quita la ropa sucia. Esa acción se concreta cuando experimentamos la salvación. Ese es un hecho real y definido en el mundo espiritual. Pablo lo expresa en forma elocuente en la carta a los Romanos (6:6):” Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con Él…”.
Existen costumbres, hábitos, valores y conductas del viejo hombre que el creyente tiene que quitarse. Dios no lo hará por él. Son comunes en las epístolas del apóstol Pablo las expresiones que amonestan al creyente a dejar o quitarse, intencionalmente, los vestigios del viejo hombre. Observemos algunas de esas expresiones: “Quítese de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería, maledicencia, y toda malicia” (Efesios 4:31).” Haced, pues, morir lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría” (Colosenses 3:5). “No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojaos del viejo hombre con sus hechos” (Colosenses 3:9).
La pregunta obvia es ¿quién debe quitarse las ropas del viejo hombre? El creyente. Dios pone en el creyente la responsabilidad de renunciar a los hábitos y conductas del viejo hombre.
Escrituras
Acerca de este Plan
La santidad práctica se relaciona con despojarse del viejo hombre y vestirse del nuevo hombre en Cristo Jesús.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/