[Serie ¿A quién alcanzaras?] En la Tierra, como en el cieloMuestra

Sígueme, luego pesca

Nuestro llamado principal es a estar con Él. Jesús llamó a Sus discípulos a seguirle primero. Seguirle viene antes de pescar. Permanecer viene antes de servir. Jesús nos llama a aprender de Él, estando con Él. Como siervo de Dios, ser pastor es una responsabilidad enorme, sin embargo, no es mi vocación principal. Permíteme compartir mi declaración de misión contigo:

“Mi llamado es seguir a Cristo. El ministerio es la consecuencia de mi caminar".

Seguir a Cristo es el llamado principal de nuestras vidas. Todo lo que somos y todo lo que hacemos proviene del fluir desbordante de nuestra relación personal con Jesucristo. Jesús quiere estar con nosotros, esa es la razón principal por la que nos llama a ser parte de su familia. Él quiere pasar tiempo con nosotros; quiere que compartamos nuestros altibajos con Él. Jesús quiere que estemos con Él para que podamos llegar a conocerle.

Permíteme explicarlo de esta manera, no puedes presentarle una persona a alguien, a menos que ya conozcas a esa persona en primer lugar. Sería imposible que le presentemos a Jesús a alguien, si no conocemos a Jesús como nuestro querido amigo. Cuando conoces a una persona, y aprecias y disfrutas pasar tiempo con esa persona, entonces como resultado, te mueres de las ganas de presentar a tu amigo al resto de tus amigos. Confías en esta persona, conoces a esta persona, te encanta pasar tiempo con él o ella y, en algún momento, sabes que tu amistad con esta persona será algo que el resto de tus amigos también aprenderán a apreciar y valorar.

Es por esta misma razón que Jesús llamó a Sus discípulos a que le siguieran primero. Sígueme antes de pescar. Si no estás disfrutando de tu amistad con el Señor, si tu relación con Jesús no es una que puedas describir como íntima y cercana, entonces primero tienes que conocerle.

Hazte esta pregunta: “¿Realmente estoy siguiendo a Jesús? ¿Es mi relación con Él mi llamado principal?”. El tiempo y la confianza son los dos factores principales que se requieren en cualquier relación. No puedes conocer a una persona a menos que pases tiempo con ella.

Cuando llegues a saber cuán hermoso, amoroso, misericordioso, amable y paciente es nuestro Señor, querrás pasar más tiempo con Él. Esta relación te alimentará, te enriquecerá, te cambiará y te hará querer más de Él.

Hoy, Jesús nos dice: “Permanece en mí, quiero que seas mío. Quiero toda tu atención las veinticuatro horas de los siete días de la semana. No puedes convertirte en un pescador de hombres si no disfrutas estar conmigo y aprendes de mí primero. Sígueme, luego pesca”.