[Serie ¿A quién alcanzaras?] En la Tierra, como en el cieloMuestra
Dios escoge a quienes están dispuestos
En la cultura judía de los días de Jesús, cuando cumplías cinco años, te enviaban a la sinagoga para aprender la Torá (parte del Antiguo Testamento). A la edad de diez años, todos los estudiantes conocían parte de la Torá, y solo los mejores continuaban aprendiendo el resto del Antiguo Testamento.
El otro grupo de niños, "los estudiantes no tan buenos", regresaban a casa, a los negocios de su familia. Los niños que después de los diecisiete años eran elegidos para continuar estudiando y querían hacer una carrera en estudios religiosos, tenían que encontrar un rabino y postularse para convertirse en sus seguidores. Se sentaban a los pies del rabino, quien, a su vez, les hacía preguntas y los evaluaba para elegir lo mejor de lo mejor. Estos adolescentes, seguirían al rabino y vivirían con él, para convertirse en rabino después de muchos años.
Jesús era un rabino, un maestro de la Palabra de Dios. Es sorprendente que, como rabino, Él haya elegido a quienes quiso que le siguieran. Jesús no eligió lo mejor; escogió a los que estaban dispuestos a seguirle.
¿Te imaginas lo grande que fue este llamado para ellos? Si estaban pescando, significaba que "no eran aptos" para seguir a un rabino, y aún así, el Señor de los señores los estaba llamando. A veces, cuando nos enfrentamos al desafío de traer a alguien a Cristo, nuestra primera reacción es encontrar excusas. Pero Jesús no te llamó porque eres perfecto y sabes cómo hacerlo todo.
¿Acaso esto significa que no debes estudiar o prepararte para ser bueno compartiendo el evangelio? Absolutamente no. Pero, puedes terminar confiando y dependiendo de tus habilidades en lugar de permitir que Dios te muestre qué hacer. El orgullo y la autosuficiencia pueden limitar la forma en que Dios te use, y el momento en que lo hagas es el momento en que dejarás de confiar en Dios.
Es de suma importancia comprender y recordarnos continuamente que necesitamos a Dios. Lo necesitamos mucho, desesperadamente. Jesús dijo: “Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada”.. (Juan 15:5) NVI.
¡Jesús nos escogió! ¡Él quiere usarnos! Él es quien nos da la habilidad y quien nos guiará en cada paso del camino. No estamos solos; por lo tanto, no hay excusas.
Escrituras
Acerca de este Plan
A menudo nos preguntamos sobre nuestro propósito en la vida. Jesús no nos llama porque sabemos hacerlo todo. Nuestro llamado principal es a seguirle: el ministerio es una consecuencia de nuestro diario caminar con Dios. Jesús elige a aquellos que están dispuestos a caminar con Él y ser de bendición para quienes los rodean. Al hacerlo, la voluntad de Dios se hará en la Tierra como en el cielo.
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Nos gustaría agradecer a Gregg Matte por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://houstonsfirst.org/