PérdidaEjemplo

ENCUENTA LO BUENO

Permíteme ser sincero contigo: envidio a los optimistas naturales. Esos que parecen ser capaces de ver que no hay mal que por bien no venga…parece que sus cerebros están fijados en esa pizca de positivismo que puede encontrarse en cualquier situación y que de repente eso es todo lo que ven. Desearía ser así…pero no lo soy. La buena noticia es que sin importar dónde te coloques en el rango optimista-pesimista, todos tenemos esperanza debido a las promesas de Dios.

No estoy diciendo que te obligues a sonreír y encontrar algo para estar feliz. Estoy hablando de confiar en que Dios siempre es fiel a Su palabra y ahí estará lo bueno que surge de cada situación (Romanos 8:28). No siempre será el bien específico que esperamos que sea, pero habrá algo que obre a nuestro favor. El truco es intentar verlo cuando, en medio de una situación difícil, aún no podemos ver el final de nuestra prueba. Muchas veces no vemos el bien que Dios hizo por nosotros hasta que vemos hacia atrás con la perspectiva del tiempo de nuestro lado.

Entonces, al completar este estudio de 5 días sobre la pérdida, quiero darte dos desafíos para trabajar mientras luchas a través del dolor y la decepción. Primero, quiero que sigas viendo lo bueno en medio de tu dolor. Busca los destellos de esperanza que Dios te ha dado, cualquier pequeña mejoría o beneficio inesperado que puedas ver mientras tu desafío continúa. Sinceramente, puedes ser capaz de ver incluso lo bueno que podría surgir de una situación y que pueda brindar la tan necesitada esperanza y perspectiva. 

Segundo, quiero que tomes el pasaje de Santiago que estás a punto leer y lo memorices. Al menos una de las cosas buenas que Dios hace en nuestra vida prácticamente a través de cada prueba que enfrentamos es hacernos más fuertes. Nuestra fe se fortalece, logramos ser más determinados y resilientes y nos volvemos mejores personas en general por haber atravesado la tormenta. Cuando te sientas tentado a perder la esperanza o a enfocarte en los “porqué” de tu situación, recuerda Santiago 1:2-4 y el hecho de que Dios te está fortaleciendo en cada momento de tu lucha. Tu pérdida no es el final...es sólo un capítulo en la larga historia que Dios está escribiendo en tu vida.