PérdidaMuestra
CULPAR A DIOS
Cuando sucede algo malo, los humanos tenemos esta tendencia natural de querer culpar a alguien. Nos aterroriza pensar sobre la naturaleza aparentemente aleatoria e incontrolable de la tragedia, entonces intentamos encontrar a alguien para dirigir nuestra furia y frustración. Desafortunadamente, Dios termina con mucha frecuencia en el extremo receptor de todo eso. Y, honestamente, es fácil dar ese salto. “Si Dios es en realidad Todopoderoso, seguramente hubiera podido detener esto", pensamos. Y aunque Dios es Todopoderoso, a quién culpemos por nuestro dolor y pérdida es mucho más preciso que eso.
A pesar de que se han escrito libros completos sobre lo que voy a escribir en este párrafo, la respuesta corta es en la naturaleza todopoderosa de Dios, Él creo a los seres humanos para tener la capacidad de tener una relación de amor con Él. Para que ese amor sea verdadero, debemos tener la capacidad de elegir si queremos, en primer lugar, una relación o no. Y en donde hay elección, existe la posibilidad de pecar. Y donde hay pecado, siempre habrá dolor. Para que Dios use Su naturaleza todopoderosa para detener cualquier tragedia que enfrentemos, es necesario eliminar la elección de la ecuación, y esto eliminaría el verdadero amor.
Bien, sé que ese es un párrafo denso, así que permíteme hacerlo súper práctico para hoy. Sé que estás sufriendo – Dios sabe que estás sufriendo y odia cuando sufres. Pero culpar a Dios por tu dolor y pérdida sólo te alejará de Él, e inevitablemente eso aumentará tu dolor. Es uno de los mayores trucos de Satanás…tomar a una persona que siente dolor y necesita desesperadamente de Dios y convencerla de que huya de Él. Es como convencer a una persona deshidratada que el agua es dañina…es simplemente cruel. Así que, aunque ya hablamos del duelo y de dejar todo tu dolor ante Dios, asegúrate de hacerlo consciente de que Dios está de tu lado y que desea ayudarte a superarlo esto.
Escrituras
Acerca de este Plan
Nadie quiere experimentar una pérdida, ¿cierto? Pero cuando las circunstancias que están fuera de nuestro control destrozan nuestras oportunidades, ¿qué se supone que debemos hacer con el sentimiento de pérdida que eso conlleva? ¿Qué hacemos con todo lo que pensamos que iba a pasar y tan solo se desvanece? Este Plan nos ayudará a pensar cómo Dios puede caminar con nosotros en medio de ese dolor.
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