PérdidaEjemplo
ENFOQUE HACIA AFUERA
El Apóstol Pablo estuvo sumamente familiarizado con la pérdida, el dolor y el sufrimiento. Realmente, su vida desde que conoció a Jesús hasta su muerte, fue bastante intensa. Aun así, cuando lees sus escritos (muchos de los libros del Nuevo Testamento) y lees sobre su vida ves que está lleno de gozo. Nunca abandonó la esperanza ni le dio la espalda a la misión a que Dios lo había llamado de predicar el mensaje de Jesús hasta donde le fuera posible alrededor del mundo.
Un buen ejemplo: la historia que estás a punto de leer. En contexto, Pablo y su amigo Silas habían sido arrestados, azotados y lanzados a prisión. Y, ¿qué crimen cometieron? Liberaron a una niña indefensa esclavizada por un demonio que la atormentaba…lo sé, tipos malos, ¿verdad? Bueno, como podrás ver, después de que fueron fuertemente azotados y encadenados a una pared en lo más profundo del calabozo, comenzaron a orar y cantar a Dios. No sé tú, pero estoy seguro de que mi primera reacción hubiera sido compadecerme de mí y enojarme sobre lo injusto que eso era. Pero, Pablo mantiene su esperanza y su enfoque en Jesús. Luego, cuando Dios interviene de manera sobrenatural para liberar a los prisioneros (un terremoto masivo que abre las puertas de las celdas), Pablo aún piensa en otras personas. Él se queda ahí para evitar que el carcelero tenga problemas (por eso, en la historia, el carcelero pensó en suicidarse…ese sería su castigo por dejar escapar a los prisioneros). Pablo mantiene su enfoque en otros, y creo que esa es una de las claves de su capacidad para mantenerse gozoso a pesar de haber experimentado pérdida tras pérdida.
En tu caso y el mío, cuando enfrentamos un tiempo de pérdida, ¿a dónde se dirige nuestro enfoque? Si somos sinceros, nuestra tendencia natural es enfocarnos en nosotros. Nos enfocamos en nuestro dolor, nuestros sentimientos, lo injusto que es para nosotros. Y aunque hemos hablado sobre cómo es apropiado (e incluso más sano) pasar el duelo y sentir tristeza, no podemos quedarnos estancados ahí. Una vez que hemos derramado nuestro corazón ante Dios, es tiempo de cambiar nuestro enfoque hacia los demás. ¿A quién conoces que también esté luchando con la pérdida ahora? ¿Cómo puede Dios usarte para marcar la diferencia en la vida de las personas a tu alrededor? Cuando dejamos de vernos a nosotros, somos capaces de vivir la esperanza y el gozo inquebrantables que vemos en la vida de Pablo. Y, no sé tú, pero ese es definitivamente el tipo de vida que quiero vivir.
Escrituras
Acerca de este Plan
Nadie quiere experimentar una pérdida, ¿cierto? Pero cuando las circunstancias que están fuera de nuestro control destrozan nuestras oportunidades, ¿qué se supone que debemos hacer con el sentimiento de pérdida que eso conlleva? ¿Qué hacemos con todo lo que pensamos que iba a pasar y tan solo se desvanece? Este Plan nos ayudará a pensar cómo Dios puede caminar con nosotros en medio de ese dolor.
More