Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

El libro de hombres de Stephen Mansfield Muestra

El libro de hombres de Stephen Mansfield

DÍA 7 DE 14

Durante siglos, los hombres se refirieron a la muerte como «reunirse con sus padres». Esto creaba un sentido de rendición de cuentas ante aquellos que los habían precedido. Los hijos se veían a sí mismos como responsables de continuar con los propósitos de sus padres al mismo tiempo que creían que al morir darían cuenta a sus padres. No consideraban esto como un yugo o un conjunto de demandas opresivas de los muertos. En cambio, vivían una vida más útil y valerosa inspirada por la esperanza que descansaba sobre ellos.

Para la mayoría de los hombres, hoy día, saber esto sería motivo de tristeza. Yo la he sentido muchas veces. Nuestras familias rotas, diferencias generacionales, padres ausentes o indiferentes dejan a hombres de mi edad anhelando una bendición y conexión al pasado, pero, rara vez, saben dónde encontrarla. Nos sentimos como huérfanos generacionales, como hombres sin padres que podrían haber impuesto una mano sobre nosotros y otra sobre el pasado. Anhelamos afirmación, impartición y propósito. Queremos la bendición.

No debemos desesperarnos. Hay un Dios, y Él puede ser padre para quienes no tienen padres. Él puede dirigirnos a los campos de honor y, al mismo tiempo, asegurar nuestra preparación, bendición, y el propósito ennoblecedor que otros han disfrutado. Quizás el precio sea, así como tantas otras cosas que carecen los hombres de nuestra generación, que Dios solo se encuentre con nosotros cuando le busquemos con fervor. 

No deberíamos dudar perseguir esta conexión a la herencia y encontrarla donde podamos. Tengo amigos que nunca conocieron a sus padres, pero que se arrodillaron frente a ancianos veteranos pidiéndoles su bendición. Más tarde, mis amigos me dijeron que solo querían que alguien que había vivido una vida noble le pidiera a Dios que pusiera su gracia sobre ellos. Conozco a otros hombres que estudiaron su familia e historia étnica y crearon sus propias liturgias, en las cuales, juntos, le pidieron a Dios que les concediera el espíritu de sus ancestros justos. Tengo un amigo que lucho, por años, por encontrar aunque fuera un pariente lejano, un hombre que pudiera bendecirlo y ayudarlo a pedirle a Dios que restaurara el propósito que su familia perdió. Todos estos hombres fueron, dramáticamente, cambiados una vez que dejaron de lamentar lo que no tenían y se pusieron a buscar lo mejor que podían conseguir.

No deberíamos pensar en nosotros mismos como hombres sin una herencia o pertenencia. Tenemos padres de la fe, la vida nacional, en nuestra herencia étnica y, aun, entre nuestra familia extendida. Deberíamos esforzarnos para restaurar la conexión con el pasado que nos eleva dondequiera que podamos encontrarlo.

Desafío: ¿Quién está en una posición para bendecirlo? ¿Su padre, su líder tribal, los hombres mayores de su familia, sus mentores espirituales o, tal vez, otros parientes? Todos ellos son posibilidades. Tenga en cuenta que las madres y otras mujeres en su vida son también candidatas.

Día 6Día 8

Acerca de este Plan

El libro de hombres de Stephen Mansfield

Una guía hacia la verdadera masculindad. Plan de lectura de 14 días.

More

Nos gustaría agradecer a HarperCollins por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.editorialhccp.com/