Sin Nubes Grises.

Por Samara Pérez

Caminar con Jesús no siempre era un camino de rosas y cielos con arco iris. Aunque la mayoría de las historias bíblicas nos muestran a un Jesús muy activo, productivo, compasivo y dador de soluciones, también encontramos a un Jesús que buscaba enseñarle a sus discípulos el propósito del compromiso.

Me imagino que andar con Jesús era toda una experiencia “WOW”. Imagínate ver a los ciegos recobrar su vista, a los poseídos ser libres, a los sordos escuchar, a los paralíticos caminar, a todo enfermo sanar, a los hambrientos comer y, formar parte de todo esto, tenía un precio, el precio del compromiso. Los discípulos, al aceptar el llamado de Jesús, tuvieron que renunciar a muchas cosas y a muchas personas. Muchos dejaron sus padres, hermanos, sobrinos, amigos, familiares, profesiones y hábitos para comprometerse con la causa de predicar el evangelio.

En esta historia, vemos un escenario con nubes grises, de esas que asustan mucho, de las que despiertan grandes tormentas. ¿Alguna vez las has visto? Esas nubes son las que te llenan de confusión y te hacen dudar. Eso es, exactamente, lo que vivieron estos discípulos: se asustaron, tuvieron miedo, le reclamaron a Jesús el hecho de que Él estaba descansando y no estaba haciendo nada para ayudarlos.

¿Cuántas veces nosotros hemos estado en esa posición? Sabemos que caminamos con Dios, pero no queremos ver nubes grises en la jornada, no queremos hacer compromisos de Fe, porque la Fe debe ser probada en el crisol de la aflicción. Sin nubes grises no hay tormentas y, si no hay tormentas, no habrá un Dios que le diga ¡calma! Si quieres caminar con Dios y ver su Gloria en tu vida, tendrás que prepararte para decirle sí a esas nubes grises.

En el nombre de Jesús,  ¿Quién dijo Miedo?

Goals/Metas

• Ora diariamente y pídele a Dios que aumente tu Fe. La Fe siempre es probada. ¡Acostúmbrate!
• Recuerda que Dios nunca te dejará solo(a) en el camino. ¡Llámalo y Él se acercará!