Esperanza para la mamá en el pospartoMuestra

Piensa en lo que piensas

Ayer hablamos de los israelitas y de cómo se quejaban y reclamaban en el desierto. El Señor estaba allí con ellos a punto de librarlos de los egipcios. Si lees los capítulos anteriores de Éxodo, Dios les proporcionó maná. Dios proporcionó todas sus necesidades, pero se quejaron. Qué rápido se olvidaron. Igual, nosotros. 

Habría sido bueno leer en Éxodo 14:10 y 11 que "los israelitas estaban aterrorizados, pero recordaron la provisión del Señor en el pasado, por lo tanto, caminaron con confianza con Él en el desierto y esperaron con expectativa para ver cómo los libraría". En cambio, se centraron en los pensamientos negativos y se olvidaron de todo lo que Dios había hecho. Sus pensamientos no eran verdaderos sino que eran negativos y estaban llenos de mentiras. Le dijeron a Moisés que morir en Egipto habría sido mejor que la nueva situación en la que se encontraba. 

Lo que nos lleva a este pensamiento: la importancia de nuestra mentalidad durante la temporada de posparto. Nuestras vidas se mueven en la dirección de nuestros pensamientos más poderosos. Y ellos dictan nuestros sentimientos, creencias y acciones. Al luchar contra la depresión, nuestra mente debe ser alimentada con poderosas verdades sobre quién es Dios y quiénes somos en Cristo. Eres una hermosa creación ungida del Altísimo.  Él te quiere. Nunca te dejará solo en este agujero negro. 

Voy a ser superhonesta y decir que esto fue muy difícil para mí y todavía lo es. Durante mi temporada posparto, mis pensamientos eran tan negativos y se salían de control. Fue difícil para mí recuperar mis pensamientos sobre la verdad de Dios. Pero luché por ello. Encontré verdades y me aferré a ellas. Puse las Escrituras junto a mi fregadero, así que cuando estaba lavando botellas por millonésima vez, me aferraba a la verdad. Puse las Escrituras en el espejo de mi baño para que cuando me preparara, me aferrara a la verdad. 

Romanos 12:2 dice: "Ser transformado por la renovación de tu mente". ¿Cómo renuevas tu mente? Pensando en lo que piensas. ¿Tus pensamientos son ciertos o son mentiras? Si son mentiras, reemplázalas por la verdad. Con el tiempo, esas verdades te ayudarán a renovar tu mente de las mentiras que se infiltraban en ella. 

Mentiras que creí durante mi temporada posparto: 

"Estoy fallando".

"No soy una buena madre".

"No puedo manejar esto".

"Esto es demasiado difícil".

"Las cosas nunca mejorarán".

"Estoy cansada".

Etc. 

Una mentira llevaría a otra mentira y luego a otra, y de repente creí que soy la peor madre del mundo. 

Me tomé en serio Romanos 12:2 y me centré en renovar mi mente con verdad:

"No estoy fallando. Estoy haciendo lo mejor que puedo. Dios me equipa". (Hebreos 13:21)

"Soy una buena madre. Dios me ayuda en mi debilidad. (2 Corintios 12:9).

"Puedo manejar esto" (Filipenses 4:13).

"Esto puede ser difícil, pero Dios está conmigo en lo difícil" (Salmo 34:17-18).

"Las cosas mejorarán. Él te restaurará" (1 Pedro 5:7-10).

"Dios da fuerza a los cansados y renueva nuestra fuerza" (Isaías 40:29-31).

Aunque tu mente puede sentirse como tu enemiga ahora, es importante entender la capacidad de ella para restablecerse. Gracias a la neuroplasticidad, que nos permite desarrollar diferentes patrones de pensamiento, podemos cambiar los mismos. 

El paso de acción de hoy:

Todos los días, queremos animarte no solo con la verdad, sino también con un paso de acción. 

El paso de acción de hoy: piensa en lo que piensas. Agarra un diario y escribe algunos de tus pensamientos recientes. Si son negativos y no están llenos de verdad, busca tu Biblia y mira lo que Dios dice. Pega un versículo de la Escritura cerca de tu fregadero o en el espejo de tu baño. Fíjate en ella. La Escritura sanará tu alma, incluso cuando parezca sin sentido en las profundidades de tu enfermedad posparto. 

Otro paso es la atención plena y las afirmaciones diarias. Reconoce tus sentimientos, pero ten en cuenta que siempre están cambiando, nunca son permanentes. Los sentimientos no siempre son hechos o basados en la realidad. Puede que te sientas abandonado u olvidado por Dios en esta temporada oscura, pero esto no es verdad. Dios nunca te abandonará ni te rechazará. Juan 3:20 en la traducción del Mensaje dice que Dios es más grande que nuestros corazones preocupados y que sabe más sobre nosotros que nosotros mismos. No permitas que tus sentimientos se conviertan en tu verdad. 

Oración por la madre en el posparto

Señor, gracias por animar a mi alma cansada. Gracias por Tu verdad que supera todas las mentiras en mi mente. Ayúdame a renovar mi mente. Ayúdame a aferrarme a la verdad cuando mi mente divague. Ayúdame a confiar en Tu fuerza en mis días cansados. Hoy, me jactaba de mi debilidad, pero Tu poder descansa sobre mí. Tu gracia es suficiente para mí. Tu poder se perfecciona en mi debilidad. Gracias por equiparme en esta temporada para ser la madre que Tú me has creado para ser. Tu verdad revive mi alma y te agradezco por eso. Amén.