VamosMuestra

Antes de comenzar...

Vayámos es un devocional de 21 días que alineta e inspira a cumplir la gran comisión de Jesús de "ir a todas partes del mundo y anunciar la Buena Nueva a todos" (Marcos 16 :15).

Cuando pensamos en "ir", nos imaginamos empacar lo que poseemos e irnos a un país extranjero para vivir como misioneros. Aunque eso es una parte, no es todo.

Ir es simplemente ir más allá de nosotros mismos: dar un paso adelante con fe mientras Dios nos guía. Es salir de nuestras zonas de confort y llevar nuestra fe más allá de las cuatro paredes de nuestra iglesia y hogares. Es compartir las buenas nuevas de Jesús con los vecinos, compañeros de trabajo, en la escuela, en la ciudad, en la nación y alrededor del mundo. Es obedecer el llamado de Dios y unírsele para redimir nuestra cultura y mundo, de la oscuridad y del pecado.

Durante los próximos 21 días, leerás sobre hombres y mujeres que obedecieron el llamado de Jesús para ir. Verás cómo Dios usó Su voluntad de ir para transformar vidas. Para algunos, fue tan simple como dar un abrazo. Para otros, implicó dejar a su familia, amigos y hogar para ministrar en otra nación. Lo que tienen en común todas estas historias reales sobre personas reales es que cada uno escuchó a Dios, creyó y obedeció Su llamado a salir e irse. Nuestra oración es que a través de estas historias te sientas inspirado, desafiado y motivado para ir.

Antes de comenzar cada día, te alentamos a que le pidas al Señor que permita que tus ojos y oídos espirituales estén abiertos para lo que quiera decirte y mostrarte. Pídele que rompa tu corazón con las cosas que rompen el Suyo. Cuando estés dispuesto a confiar en Él, dá un paso al frente y ve.

¿Preparados? ¿Listos? ¡Ya!

DÍA 1 | ¿Qué hay en tu mano?

Por S. Jorge Thomas

Era otro día normal. Nada especial. Para Moisés, era la misma rutina durante los últimos 40 años: despertar, cuidar de las ovejas, acostarse, y volver a comenzar al día siguiente. Los años que pasó creciendo como príncipe en el palacio del Faraón en las hermosas orillas del Nilo parecían estar a una vida de distancia. Ahora sus días consistían en cuidar los rebaños de ovejas de su suegro en las secas y polvorientas llanuras de Madián. A los 80 años, su vida había terminado. Los sueños que un día tuvo, habían desaparecido.

No fue una vida horrible. De hecho, fue bastante tranquila. A pesar de su educación, Moisés había llegado a aceptar su suerte en la vida y se resignó a ella. Pero luego se encontró con una zarza ardiente. Dios le hizo una pregunta y la vida que Moisés conocía cambió para siempre.

Ver una zarza ardiendo en el desierto probablemente no fue terriblemente impactante para Moisés. Pero luego, el arbusto siguió ardiendo sin quemarse, esto despertó su curiosidad y se acercó a investigar. En ese momento, escuchó la voz de Dios que salía de dentro de la zarza ardiente, llamándolo por su nombre.

Imagínate cómo se sintió Moisés cuando Dios le dijo que había visto la agonía de Su pueblo en Egipto y escuchado sus gritos de liberación, ¡y que estaba enviando a Moisés para sacarlos! Durante 40 años, no había guiado nada más que ovejas. ¿Es de extrañar que Moisés respondiera con: “¿Qué pasa si no me creen o no me escuchan? ¿Qué pasa si dicen: 'El Señor nunca se te apareció'?”

¿Sabes cómo respondió Dios a su pregunta? Con una pregunta aparentemente no relacionada: "¿Qué tienes en la mano?"

Ahora Moisés debe haberse preguntado porqué Dios le haría una pregunta para la que obviamente sabía la respuesta, pero simplemente respondió: "El bastón de un pastor". Luego ordenó: “Tíralo al suelo, Moisés”. Así que Moisés lo arrojó y ¡he aquí que se convirtió en una serpiente! Naturalmente, se sobresaltó y fue detenido en seco por la orden de Dios de tomar la serpiente por la cola. Con una cantidad considerable de nerviosismo, estiró la mano con cautela y tomó la serpiente por la cola, de inmediato se convirtió de nuevo en un bastón.

No sabemos cuánto tiempo Moisés había estado usando ese bastón en particular, pero lo más probable es que haya sido bastante tiempo, que se haya familiarizado con todas las pequeñas muescas y ranuras del bastón y el paso del tiempo probablemente haya desgastado la madera, quizás ya estaba suave y completamente cómoda en su mano. Su bastón representaba mucho más que un simple bastón. Primero, representaba su identidad. Como un el otoscopio representa a un médico o un cinturón de herramientas a un mecánico, el bastón de Moisés era el símbolo más reconocible de su ocupación como pastor: su carrera, su trabajo. En segundo lugar, era un símbolo de sus ingresos. En aquellos días, la gente no tenía cuentas bancarias, tarjetas de crédito o fondos de cobertura... tenían ganado, cabras y ovejas. Y como cuidador de los rebaños de ovejas de su suegro, los ingresos (su dinero y posesiones) estaban indisolublemente ligados a su posición. La tercera cosa que simbolizó fue la influencia de Moisés. Porque cuando un pastor usa su bastón para mover ovejas del punto A al punto B, esencialmente las está influenciando.

Entonces, en esencia, cuando Dios le preguntó a Moisés: "¿Qué tienes en la mano?" y le dijo: “tíralo al suelo”, estaba diciendo: “¿Vas a dejar tu identidad? ¿Renunciar a tus ingresos? ¿Dejar ir tu influencia? Porque si lo haces, tomaré algo que te parezca muerto y lo haré revivir. Haré un milagro con eso. Puede parecerte un palo insignificante, pero si lo entregas en Mis manos, haré cosas que nunca podrías imaginar posible.”

La pregunta que Dios le hizo a Moisés hace tantos años todavía resuena con la misma fuerza hoy: ¿Qué tienes en tu mano? Tu talento, antecedentes, educación, libertad, salud, contactos, oportunidades, mente, pasiones, riqueza, ideas, creatividad… ¿Qué tienes en tu mano?

El primer paso para salir es rendirse. Antes de que podamos "ir", Dios quiere que nos "dejemos ir"... que nos rindamos total, completa, incondicional y absolutamente a Él todos y cada uno de los días.

Así que pregúntate hoy: "¿Qué hay en mi mano?"

Dios no puede darte las bendiciones que tiene para ti hasta que no dejes las otras cosas que tienes en tus manos.
~ Richard Stearns

Versículo para memorizar

"Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que ates en la tierra será atado en los cielos, y todo lo que desates en la tierra será será desatado en el cielo". Mateo 16:19 RVR 1960