Jesús es la medicina  para todo dolor en la tierra

¿Te ha pasado que tras haber vivido una situación de mucha tensión o dolor, te sientas “roto”?   Es posible que en algún momento de nuestra vida, nos sintamos sin esperanza, teniendo nuestra alma quebrantada y oprimida, con emociones cautivas y la visión sobre nuestro futuro, nublada y borrosa.

Yo lo viví, a mis 20 años, los médicos me diagnosticaron  una enfermedad crónica avanzada… las expectativas sobre mi vida eran muy pocas. Recuerdo estar en el hospital, leyendo un versículo en Hageo que decía “Medita bien tus caminos”. Agarré y en una hoja, escribí todas las decisiones que había tomado y el rumbo que habían tenido.

Cuando llevé una relación sentimental en mis fuerzas y sabiduría, se acabó y por poco, termina con mi corazón y mis ganas de vivir.

Cuando elegí una carrera y un trabajo en mi voluntad, al llegar la enfermedad  no pude terminar la carrera y el dinero ganado, se esfumó rapidamente.

Cuando hice mi vida a mi manera, la muerte tocó mi puerta y la enfermedad, estaba deformando mi cuerpo y como gotero, recortando cada instante de mi existencia.

¿Te identificas conmigo?

¿Qué podemos hacer?

La palabra habla que Jesús vino a la tierra para traer buenas noticias a quienes no tienen esperanza, que su presencia trae libertad, visión, amor y paz. ¡Recibe su salvación y su sanidad en todas las áreas de tu vida! ¡Él es el SANADOR! Y hablo de sanidad, no solo en tu cuerpo, también en tu corazón, tus relaciones, tu autoestima, tus finanzas, en fin, sanidad en todas las áreas.

Repite conmigo esta oración basada en Lucas 4:17-19

Padre, revela a mi corazón el amor de Jesús. Ayúdame a experimentar su riqueza para la pobreza que hay en mi espíritu, que pueda ser libre en las áreas que aún siento cautivas. Ayúdame a tener visión, a experimentar la sanidad que ya fue dada en la cruz para mi. Señor, que pueda experimentar tu amor y de esa manera,  viva a plenitud tu libertad, que pueda vivir y disfrutar tu gracia y favor.

Referencia bíblica:

Le dieron el rollo del profeta Isaías. Jesús lo desenrolló y encontró el lugar donde está escrito lo siguiente: «El Espíritu del Señor está sobre mí,  porque me ha ungido para llevar la Buena Noticia a los pobres. Me ha enviado a proclamar que los cautivos serán liberados, que los ciegos verán, que los oprimidos serán puestos en libertad,   y que ha llegado el tiempo del favor del Señor».  Lucas 4:17-19 NTV

Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos.

Hageo 1:5 Reina-Valera 1960 (RVR1960)