5 razgos para forjar un carácter piadoso: Devocional de 5 díasMuestra

Seamos honestos

Samuel es uno de los heroes poco reconocidos en la Escritura que merece mayor protagonismo del que constantemente recibe.

Samuel ganó su reputación por hablar la verdad sin importar nada. Él siempre transmitía exactamente lo que Dios le decía. Con tan solo 13 años, él ya era reconocido por la nación como un profeta y por siempre sería conocido como un transmisor de la verdad.

Samuel amaba tanto a su pueblo como para decirles la verdad. No hay nada mejor, más grande o superior que terminar lo que sea que Dios te llama a hacer, y darte cuenta que tu reputación permanente es que hablaste la verdad con tu boca y la mostraste en tu andar.

Samuel forzó a la nación a admitir que él solo decía la verdad, que ellos podían creer en todo lo que él decía. Por lo cual, él no se detendría ahora porque la nacion necesitaba escuchar palabras de verdad, que podrían no gustarles pero que era necesario que ellos escucharan.

¿Amas a las personas a tu alrededor tanto como para decirles la verdad? La verdad del Evangelio es la verdad más importante que puedes compartir con alguien. Jesús vino a la tierrra para decirnos la verdad, que somos pecadores que necesitan a un Salvador. Él murió por nosotros y resucitó de la muerte para que pudieramos decir la verdad sobre Él. Toma ahora mismo un momento para anotar el nombre de una persona de tu circulo de confianza que necesite escuchar la verdad acerca de Jesús. El día de hoy haz un compromiso de compartir la verdad del Evangelio con esa persona este año.

Seamos honestos en cuanto a nuestra falta de honestidad. A veces mentir en más fácil. Si estás decidido a dedicarte a decir nada más que la verdad, tienes que ser honesto en toda tu vida. Tomará distintos pasos. Primero, ser honesto contigo mismo. Ser honesto independientemente de las acciones de los demás o las circunstancias a tu alrededor. La razón y motivación principal de ser honesto es que debes ser honesto con Dios.

Empezando el día de hoy, hazte un favor, di la verdad, la verdad completa, y nada más que la verdad. Eso te garantiza la aprobación de Dios y te permitirá tener la conciencia tranquila para que tu pasado no regrese a molestarte.