5 razgos para forjar un carácter piadoso: Devocional de 5 díasMuestra

Vive una vida de integridad

Una de las mejores ilustraciones de integridad en la historia se encuentra en el relato de Daniel en el Antiguo Testamento. Cualquiera que esté familiarizado con la Biblia sabe acerca de Daniel y el foso de los leones. Pero lo importante de esta historia no es Daniel siendo lanzado al foso de los leones, sino lo que sucedió antes de que Daniel fuera lanzado al foso y por qué fue lanzado.

Daniel tenía opciones. Podría haber ido a lo seguro con solo dejar de orar por treinta días. Podría haber cerrado sus ventanas y orado en secreto. Podría haber decidido tomarse un mes sabático e irse a otro lugar. Podría haberse quedado en la cama por la noche y orar en silencio. Pero la integridad nunca se va de vacaciones. La integridad nunca toma un receso. La integridad nunca pide un tiempo de espera. La integridad nunca toma un permiso.

Puede que no te des cuenta, pero lo más probable es que tu integridad sea probada de alguna forma cada día —desde llenar un reporte de gastos hasta llenar tu impuesto sobre la renta, desde patear tu bola de golf hacia el hoyo hasta engañar a tu cónyuge. Te des cuenta o no, será raro el día en que tu integridad no sea puesta a prueba de alguna manera.

Así que primero tenemos que decidir ser todo en integridad todos los días en todos los sentidos. Es asombroso cómo tomar una sola decisión importante—que harás siempre lo que es correcto, hablarás lo que es correcto, y defenderás lo que es correcto—se hará cargo de todas las demás decisiones.

Nadie podrá nunca quitarte tu integridad. Pueden robarte tu dinero, tu trabajo, tu fama, tu reputación e incluso tu vida, pero no te pueden quitar tu integridad. Únicamente tú puedes desecharla, así que cuando se trate de tu integridad, nunca cedas, nunca te agotes, nunca te rindas.

En segundo lugar, tenemos que determinar que nuestra integridad no está en venta. Puede costar tu empleo; puede costar tu herencia; puede costar tu libertad; puede costar una amistad. Pero aunque el precio sea tu vida, nunca quites de tu integridad el rótulo que dice “No está en venta”.

En tercer lugar, debemos dedicarnos a mantener nuestra integridad sin importar el costo. Si haces un análisis costo-beneficio de la integridad, los beneficios superan con creces los costos. La integridad significa ser capaz de vivir con la persona más importante de tu vida con perfecta paz y satisfacción—tú mismo.