Matrimonios a prueba de todoMuestra
Filtro en el corazón
Un hombre verdadero no es como lo han pintado en la cultura latinoamericana, donde está desviada y pervertida la cultura del «macho». El hombre verdadero no es el que aguanta más en una cantina tomando licor, sino el que aguanta más jugando con sus hijos en su casa. El hombre verdadero no es el que grita más, sino el que ama más a su esposa. No es el que se ha casado muchas veces y tiene un historial que presume en todas partes, sino aquel que piensa en permanecer con una mujer. El verdadero hombre es aquel que después de los años tiene una mujer que se siente orgullosa de él.
En tercer lugar, es necesario el filtro en el corazón de cada cónyuge. Sabemos que del corazón mana la vida. No hablamos de poner un filtro en el corazón físico, sino en el interior de nosotros, en el centro de nuestras emociones. Es la única manera de poder experimentar algo que vamos a requerir en nuestro matrimonio: el perdón. Requerimos un filtro en el corazón para que cada vez que haya contaminación exista un proceso de perdón. A ese filtro llegan las cosas que no nos gustaron, las palabras mal dichas, las acciones que trataron de destruir nuestro matrimonio y que procuran destruir nuestro corazón.
Si no aprendemos a perdonar y caminar en la práctica del perdón como el filtro en el corazón, difícilmente perdurará el matrimonio. El perdón no es una emoción, es una decisión, es cortar consciente y deliberadamente con una etapa dolorosa que nos hirió en la vida, es quitar el poder para impedir que siga trayendo dolor en nuestras emociones, es dejar el dolor en un lugar específico para nunca más volver a sentirlo.
Consiste en enterrar en un hoyo profundo aquello que nos causó dolor, taparlo y jamás volver a escarbar. Pero no entendemos que lo que nos dijeron, lo que pasó, no es lo que puede destruir el matrimonio, lo que sí nos puede destruir es el no perdonar.
El perdón es la buena administración del corazón. Ahorra el gasto del enojo, el costo del odio y el desperdicio del espíritu. Cuando alguien dice: «puedo perdonar, pero no puedo olvidar», quiere decir: «no te perdono». El perdón debe ser como una nota cancelada, completamente pagada, que se quema para que nunca más pueda ser leída nuevamente.
Reflexionemos
¿Aplico el proceso del perdón en mi matrimonio?
Oro para que decidas perdonar a tu cónyuge.
Escrituras
Acerca de este Plan
Para que funcionemos correctamente dentro de las relaciones humanas, es necesario que funcionemos bien en el matrimonio. Nos preguntamos: ¿cuál es la fórmula para que unos matrimonios duren mientras otros terminan en divorcio? No es mágico. Hay una razón principal para que los matrimonios sean exitosos: han aprendido a poner un filtro en tres áreas: un filtro en lo que hablan, en cómo se ven y en su corazón.
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Nos gustaría agradecer a Gerardo Cardenas por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.centrocristiano.org