Matrimonios a prueba de todoMuestra
Lo que tienes adentro es lo que hablas
«De la abundancia del corazón habla la boca». De lo que hay dentro de nosotros es lo que vamos a expresar. Hay una conexión directa entre lo que digo y lo que hay en mi interior. Lo que digo está ligado con lo que está dentro. Pero también debemos entender que lo que decimos, como es producto de lo que está dentro, debe llevarme a decir cosas para cambiar lo que está en mi interior. Lo que está adentro sale a través de las palabras, pero también lo que digo afecta o cambia lo que está adentro.
Recibes lo que siembras con tus palabras. Las palabras son semillas, semillas de vida o semillas de muerte. Por eso Proverbios 18:20 dice: «Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; se saciará del producto de sus labios». Entonces, ¿qué tengo que hacer? Consciente y deliberadamente, debo comenzar a hablar de manera positiva para que eso que hablo se establezca como una realidad en mi interior. Así, después, lo que digo sea el resultado de lo que está dentro de mí, aunque todavía no lo tenga.
Estoy lleno de lo que hablo: habla con una persona y te darás cuenta de lo que tiene. Es un círculo vicioso: hablo de lo que tengo y lo que tengo se llena de lo que hablo. Cuando es un círculo malo de palabras negativas, debo romper el círculo dejando de hablar de manera negativa y decidir comenzar a hablar palabras que construyen una realidad positiva en tu matrimonio. El rumbo de tu vida está siendo delineado por las palabras que expresas, lo que dices determina hacia dónde vas.
En muchos sentidos, hemos sido limitados por las palabras que hemos permitido que lleguen y penetren nuestros oídos: muchas de esas palabras pusieron fronteras a nuestras capacidades, por eso debemos entender que cuando hablamos con nuestro cónyuge se produce un efecto en su vida. Lo que le diga va a producir fe o incredulidad. Si le digo: «eres un hipócrita, vas a la iglesia, pero qué cristiano vas a ser…» produce un efecto negativo en la persona. Son palabras contrarias a lo que Dios dice, producen una realidad, incredulidad, hablas contrario al propósito de Dios.
Reflexionemos
¿Qué efecto producen mis palabras en mi cónyuge? ¿Qué palabras pueden edificar a mi cónyuge? ¿Qué hay dentro de mí que es lo que sale de mi boca? ¿Están mis palabras de acuerdo con lo que Dios dice sobre mí?
Oro para que se rompan los círculos negativos en tu vida.
Escrituras
Acerca de este Plan
Para que funcionemos correctamente dentro de las relaciones humanas, es necesario que funcionemos bien en el matrimonio. Nos preguntamos: ¿cuál es la fórmula para que unos matrimonios duren mientras otros terminan en divorcio? No es mágico. Hay una razón principal para que los matrimonios sean exitosos: han aprendido a poner un filtro en tres áreas: un filtro en lo que hablan, en cómo se ven y en su corazón.
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Nos gustaría agradecer a Gerardo Cardenas por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.centrocristiano.org