[Serie Máximo Gozo] Libre de la OscuridadMuestra

La corrección del 3er error: recuerda que tienes un intercesor (abogado defensor) (2:1–2)

No es de extrañar que Juan deje lo mejor para el final. A lo largo de estos días, nos hemos centrado en el primer principio que Juan nos presenta para disfrutar de comunión completa con Dios: el principio de vivir correctamente. Hemos examinado los tres errores que se interponen en nuestro camino y también las correcciones amorosas que presenta Juan. Hoy vamos a ver la tercera y última corrección.

La corrección: “Mis queridos hijos, les escribo estas cosas para que no pequen. Pero, si alguno peca, tenemos ante el Padre a un intercesor, a Jesucristo, el Justo. Él es el sacrificio por el perdón de nuestros pecados, y no solo por los nuestros sino por los de todo el mundo.” (2:1–2).

Podemos dividir la corrección en tres puntos: 

1. Prevención del Pecado (2:1a)

Se puede abusar del privilegio de la confesión, y algunos de nosotros podríamos decir: Si Dios promete perdonarme cada vez que confieso, entonces podría pecar tanto como quisiera. Esta es una confesión falsa. Recuerda que estar de acuerdo con Dios acerca de mi pecado (confesar) es estar de acuerdo con Su actitud hacia mi pecado. Dios odia el pecado. Debería buscar la victoria sobre mi pecado, no abusar del privilegio. Entonces, nuevamente, la verdadera confesión significa que estoy de acuerdo con Dios con respecto a mi pecado, lo reconozco y pido su perdón amoroso.

2. Paracleto por el Pecado (2:1b)

La palabra griega traducida como "Intercesor" es paraklètos; es usada solo por Juan en el Nuevo Testamento (Juan 14:16, 26; 15:26; 16:7; y aquí). Ten en cuenta que todos estos usos son del discurso de despedida de la Última Cena (comunión, no relación). Esta es la única vez que la palabra es usada en referencia a Cristo; las otras veces se usa en referencia al Espíritu Santo. El uso de la palabra "abogado" es un posible significado aquí, pero "mediador" es más probable. Recuerda que cuando pecamos, no necesitamos un abogado porque nuestro pecado ha sido perdonado (posición), pero sí necesitamos un intercesor, un mediador, un Sumo Sacerdote (Romanos 8: 33–34). Recuerda que Jesús pagó el precio que tú y yo deberíamos haber pagado. Simplemente pídele a tu abogado que interceda por tí ante el Padre.

3. Propiciación por el Pecado (2:2)

La propiciación, de la palabra griega hilasmos, significa "satisfacción". Los sentimientos de culpa a menudo persisten después de nuestra confesión; es por eso que necesitamos desesperadamente creer que Dios está plenamente satisfecho. La muerte de Cristo no solo satisfizo la ira de Dios contra mis pecados, sino contra los pecados del mundo. Cuando confiamos en Cristo, Dios nos dio un perdón avanzado por cualquier pecado que usted y yo cometiéramos. Eso es el perdón posicional. Te da una posición correcta ante Dios. Cree y confía en que Su sacrificio satisfizo plena y completamente al Padre.

No hay ninguna razón en la tierra por la cual no deberías disfrutar del compañerismo con nuestro padre amoroso. Mi querido hermano o hermana, tu padre te está esperando con los brazos abiertos; no dejes que nada se interponga en el camino de tu completa alegría. Jesús murió en la cruz para que tú y yo podamos tener acceso a la presencia amorosa y santa de nuestro Padre.

¡Únete a mí en oración hoy y comienza a vivir bien y con total alegría!

Querido Padre,

Gracias por el privilegio que tengo de entrar en tu presencia. Gracias, Jesús, por tu sacrificio, gracias Espíritu Santo por vivir dentro de mí y mostrarme cualquier cosa que se interponga en el camino de mi comunión contigo.

Que tu luz brille en mí y exponga los pecados de los que no tengo conciencia, y me ayude en mi confesión.

Estoy de acuerdo contigo con respecto a este pecado en mi vida (confiesa tu pecado). No lo quiero en mí. Oro para que me perdones y me limpies. No quiero ninguna oscuridad en mi vida.

Creo y confío en que el sacrificio de Jesús en la cruz fue suficiente y que ya no soy un esclavo; el diablo no puede acusarme de nada porque he sido perdonado. Dios me promete que, si confieso, Él es fiel y justo para perdonarme y purificarme de toda maldad, incluso del pecado del cual no tengo conocimiento.

Gracias, Padre, por tu amor y misericordia, deja que tu luz brille en mí y guíame en tus caminos. ¡Quiero vivir en comunión contigo y experimentar gozo al máximo!

En el nombre de Jesús. Amén.

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