La obediencia.Muestra

Humillación.

 Que difícil que es para muchas personas humillarse delante de Dios, el Creador y dueño de todo lo que existe, aquel que tiene todo el poder y que por su voz las cosas son hechas; imagina si se les dificulta humillarse delante de este ser todopoderoso, ¿cuanto más ante un ser humano?

 Cuando hablamos de humillarnos no nos referimos a inclinarnos delante de una persona; se define humillarse como “Adoptar una actitud de humildad en una situación o ante una persona.” Humillarse en este contexto es ser humildes delante de los demás y acatar las indicaciones que se nos dan; que toda soberbia y altanería la quitemos de nuestro ser y podamos acatar instrucciones, meditar en los consejos que se nos dan y obrar de acuerdo a los mandatos divinos.

 Quiero preguntarte algo: ¿te humillas delante de Dios? ¿Te has humillado delante de aquellas personas que te aman y desean darte consejos para que vivas mejor? Si no es así entonces tienes un problema muy serio porque la Palabra nos dice “Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos.” (Salmo 138:6); hoy es el tiempo de cambiar viejas actitudes y permitir la obra transformadora del Espíritu Santo en nuestra vida; te invito a que ores conmigo:

 Amado Padre, sé que he sido desobediente a tu voz porque muchas veces me he creído superior a tí, sí amado Padre, cuando creo que mis decisiones no necesitan de tu bendición soy altivo, cuando pienso que todo lo sé soy altivo, cuando conduzco la vida que me has dado a mi manera y no atiendo consejo he sido altivo; en el nombre de Jesucristo te pido que me ayudes a ser diferente, que la humildad nazca hoy en mi vida y que cada día pueda crecer en ella para recibir las bendiciones que tienes preparadas desde antes de conocerte, amén.