Permíteme presentarte a JesúsMuestra

¿Qué necesitas? ¡Jesús pregunta!

Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.

Los discípulos han preguntado cosas a Dios, pero ellos no han aprendido a preguntar en el nombre de Jesús. Para orar en el nombre de Jesús, no significa añadir su nombre al final de una oración, como una fórmula mágica o que valide tu oración. En su lugar, orar en el nombre de Jesús es venir al santo Dios por medio de la sangre de Jesús y eso significa que oramos de la misma manera que Jesús oraría. 

Para orar en el nombre de Jesús es orar centrado en Cristo, enfocado en Cristo, cautivado por Cristo. Mi voluntad, no significa nada, la voluntad de Cristo significa todo. Mi gloria no significa nada, la gloria de Cristo significa todo. Cuando oramos de esta manera, en el nombre de Jesús, entonces nuestras oraciones serán respondidas.

Así que pide. Pide libremente. Pide sin vacilar. Pide. Esto es lo que Jesús te dice en varias ocasiones: pide, pide, pide. Que no llegues al cielo y te des cuenta de que pudiste tener mucho más si solo hubieras pedido. «No tienes, porque no pides». 

¿Por qué quiere Jesús que tú pidas? Por tu gozo. Así es Dios, está emocionado para darte tanto gozo como el que puedas recibir. Debes ver a Dios deseando tu más profundo gozo. C.S. Lewis escribió, «El último propósito de Dios en todo su trabajo es incrementar el gozo. El gozo es un trabajo serio del cielo». De manera similar, Dorothy Sayers remarcó, «El más grande pecado del cristiano es permanecer sin gozo». Y Juliana de Norwich dijo, «El más grande honor que podamos dar al maravilloso Dios es vivir alegremente por el conocimiento de su amor». Dios quiere que tú experimentes total gozo. 

Así que pide. Pide libremente. Pide la gloria de Jesús, y el Padre la concederá. Él la concederá para que tú tengas gozo.