[Serie Máximo Gozo] Ama a tu hermano y reconoce tus verdaderos enemigosMuestra

Conoce tus armas: el punto de transición 

En nuestro peregrinaje aquí en la tierra, nos enfrentamos principalmente a tres enemigos: nuestro pecado, el mundo y el diablo. Nos ocupamos del pecado en la primera parte de la carta. Pero ahora, estamos en un punto de transición. Juan nos está llevando a enfrentar a nuestros enemigos reales: el mundo (2: 15–17) y el Diablo (2: 18–25). Para hacerlo, debe recordar nuestra posición en Cristo y las tres armas que necesitaremos para lograr la victoria (2: 12–14).

La primera arma: el perdón (2:12). Es interesante notar el orden al dirigirse a los niños pequeños, a los padres y luego a los jóvenes. Juan está mirando los temas que ya trató y espera con ansias la batalla por delante:

1. Niños pequeños — el perdón; tratado en 1:5−2:2.

2. Padres — intimidad (conocimiento profundo de Dios); tratado en 2:3-11.

3. Hombres jóvenes: victoria sobre el maligno; tratado en 2:15-28.

Juan está tranquilizando a sus pequeños hijos en cuanto al perdón de Dios en base a su relación eterna con Dios. La seguridad de este perdón es esencial para que se sientan confiados en la batalla contra el mundo y el Diablo. Un buen soldado no puede ir a la batalla con el temor de que uno o dos errores lo saquen de las líneas del frente.

La segunda arma: la intimidad (2:13). Lo único en lo que los consejeros matrimoniales están de acuerdo universalmente es que un matrimonio es más vulnerable a los ataques desde el exterior cuando la pareja deja de pasar tiempo significativo juntos. ¿Crees que es diferente con el Señor? En Apocalipsis 2, Juan habla a las iglesias que perdieron su primer amor. ¿Sabes cuál es su consejo? Haz las primeras obras. Recuerda tus comienzos como cristiano, cuando estabas locamente enamorado de Dios. No pierdas la intensidad de tu intimidad.

La tercera arma: Su palabra perdurable (2:14). Él nos da una palabra de aliento para tranquilizarnos en cuanto a nuestra posición en Cristo. Es nuestra fe inicial la que nos ha dado la victoria sobre el mundo (5:14). Ahora podemos ir a luchar contra el mundo porque ya tenemos la victoria. Gracias a nuestra posición, somos fuertes. Recuerda que la Palabra de Dios es el arma más importante del soldado, su primera línea de defensa y su única arma de ofensa. Cuando el diablo tentó a Jesús, la respuesta del Hijo de Dios fue: "Escrito está ...".

Recuerda, posee y usa las armas de tu fe; la victoria está garantizada en Jesús.