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[Serie Máximo Gozo] Ama a tu hermano y reconoce tus verdaderos enemigosMuestra

[Serie Máximo Gozo] Ama a tu hermano y reconoce tus verdaderos enemigos

DÍA 4 DE 8

El segundo error expuesto: la oscuridad del odio (2:9-11)

Enciende las noticias y te encontrarás con una abrumadora cantidad de odio y violencia diseminados por todo el mundo. Mi pregunta para nosotros hoy es: "como cristianos, ¿estamos libres del problema del odio en nuestras iglesias, lugares de trabajo, escuelas o familias?" Desafortunadamente, el odio se esconde detrás de los asientos de cada iglesia, agazapado en la puerta del corazón de cristianos que no se dan cuenta de que esta es la barrera más grande hacia su intimidad con Dios.

Podrías decir: "¿Por qué?" Bueno, la respuesta es simple: es la más fácil de racionalizar. La gente nos hace daño injustamente. No hay excusa para lo que hacen, no pueden defenderse. El tío viola a su sobrina. El padre abandona a sus hijos. La esposa engaña a su marido. El hermano cristiano que recomendamos termina robando de la empresa. La lista puede seguir y seguir. Estamos heridos, y si no perdonamos, podemos terminar amargados, enojados y "tener derecho" a sentirnos de esta manera.

2º Error: “El que afirma que está en la luz, pero odia a su hermano, todavía está en la oscuridad.  El que ama a su hermano permanece en la luz, y no hay nada en su vida que lo haga tropezar. Pero el que odia a su hermano está en la oscuridad y en ella vive, y no sabe a dónde va porque la oscuridad no lo deja ver” (2:9-11) NVI.

¿Qué es lo opuesto al amor? El odio. ¿Qué es lo opuesto a la luz? La oscuridad. El amor abre las puertas al compañerismo, el odio las cierra. El cristiano que odia a su hermano o hermana está en la oscuridad, camina en la oscuridad, no puede entender la voluntad de Dios (no sabe a dónde va) y está espiritualmente ciego. ¿Crees que estas palabras describen a una persona que está cerca de Dios?

En este punto, puede que te estés preguntando: “¿Que es el odio?” Como dijimos anteriormente, la dificultad que enfrentamos es que tendemos a racionalizar este pecado. Para ayudarte a darte cuenta de lo fácil que es tener este problema y no verlo, veamos algunos ejemplos prácticos:

1. Indiferencia: esto es lo que hacemos a las personas que nos lastiman. Les damos la espalda. No tenemos la intención de darles ni la hora hasta que vengan a nosotros y busquen que los perdonemos por lo que han hecho para lastimarnos.

2. Venganza: esto a menudo se manifiesta como un comportamiento pasivo-agresivo. Porque me lastiman, no los ayudaré sacando la basura, no ayudaré con los platos y no daré ningún tipo de afecto verbal ni físico.

3. Falta de perdón: ¿te ha rechazado alguien en tu pasado de tal manera que aún te duele cuando piensas en ellos? ¿Te vuelves crítico con las personas de tu pasado en el minuto en que se mencionan sus nombres? ¿Has trabajado duro toda tu vida para no ser como tus padres? ¿Hay personas en tu pasado de las que te gustaría vengarte? ¿Has hecho un pasatiempo a partir de la introspección sobre cómo podrías vengarte de ellos o avergonzarlos públicamente? Si puedes decir sí a cualquiera de estas preguntas, entonces estás luchando con falta de perdón.

4. Amargura: por lo general, detrás de la falta de perdón hay una raíz de amargura, que Hebreos advierte que puede contaminar a muchos de los que nos rodean y evitar que disfrutemos de la gracia perdonadora de Dios (Hebreos 12:15).

¿Te preocupa alguno de estos sentimientos? Querido hermano y hermana, el perdón te llevará de vuelta a la luz. Pídale al Espíritu Santo que te muestre si hay oscuridad en tu vida, y huye de ella lo antes posible. Recuerda que los brazos de Dios siempre están abiertos y que Él es justo y fiel para perdonar.

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Acerca de este Plan

[Serie Máximo Gozo] Ama a tu hermano y reconoce tus verdaderos enemigos

No es lo mismo tener una relación con el Señor que experimentar intimidad. En un mundo donde la división y el odio parecen crecer cada día más, el apóstol Juan nos da el antídoto: comunión con Dios y con nuestros semejantes. Pero no solo esto, también quiere que reconozcamos quiénes son nuestros verdaderos enemigos: el mundo y el Diablo.

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Nos gustaría agradecer a Grace School of Theology por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.gsot.edu/center/