[Serie Máximo Gozo] Ama a tu hermano y reconoce tus verdaderos enemigosMuestra

La corrección del segundo error: el odio

El odio hacia nuestro hermano o hermana es una gran barrera, un muro de separación y un obstáculo para la comunión íntima con Dios. Esta barrera está en nosotros. Debemos deshacernos de ella lo antes posible, o pronto enfrentaremos la ceguera espiritual y la amargura, que nos impiden disfrutar de la gracia de Dios.

La corrección: “El que ama a su hermano permanece en la luz, y no hay nada en su vida que lo haga tropezar” (2:10) NVI.

Indirectamente, eso es lo que nos dice el versículo diez. Dos cosas de este versículo son verdaderas para el creyente que ama a su hermano: 1. Permanece en la luz, y 2. No hay ninguna causa de tropiezo (skandalon = barrera o barricada) en Él. Si queremos disfrutar y vivir en comunión con Dios quien es Luz, entonces necesitamos confesar nuestros pecados. Confesar significa estar de acuerdo, reconocer nuestras malas acciones. Pero eso no es todo. Aquí, Juan va aún más profundo. Él nos dice que, si estamos en la luz, debemos amar a esta persona. 

Por favor, permíteme darte pasos prácticos para derribar la pared:

1. Escribe las formas en que la otra persona te ha lastimado.

2. Escribe algunas de las formas principales en que has hecho daño a Cristo.

3. Da gracias a Cristo por Su perdón.

4. Pídele a Cristo que te dé un espíritu de perdón.

5. Si es posible, siéntate con la persona que te lastimó, explícale lo que has estado guardando dentro y dile que te gustaría perdonarle.

6. Si no puedes sentarte con ellos, perdónalos como Cristo te ha perdonado (Efesios 4:32). "En Él" es la clave. Dios te perdonó en Él. Puedes perdonar a tu hermano por tu posición común en Él.

7. No confundas perdonar con confiar. Puedes perdonar en un momento en base a tu posición común en Cristo, pero la confianza debe ser reconstruida con el tiempo. Esta distinción ha hecho tropezar a muchas personas. A una esposa cristiana se le ordena que perdone a su marido descarriado (o viceversa), pero a ella nunca se le manda que confíe en Él. Él necesita ganarse su confianza.

Perdonar no siempre es simple. Para hacerlo, la mayoría de las veces debemos lidiar con el dolor del pasado. Pide ayuda. Habla con tu pastor, habla con tu líder espiritual, ve a un consejero. Por favor, no desperdicies otro momento de tu vida viviendo en la oscuridad. Camina en la luz, permanece en la luz y disfruta de la libertad del perdón y del gozo máximo.