[Serie El amor de Dios por nosotros] Cómo enfrentar decisiones difícilesMuestra

Desaparecerá el llanto y el dolor

Reclama la esperanza compartida por todos los que confían en Dios. El dicho popular versa: «La esperanza es lo último que se pierde». Se aferran a esa frase como si fuera su hálito de esperanza. Pero en realidad, cuando hablamos aquí de esperanza no está basado en un dicho popular, sino en Dios. En quien la esperanza sí existe y sí es verdadera. Si depositas tu esperanza en otro lugar, en realidad nada te garantiza que realmente sea el lugar adecuado. 

Las personas son pasajeras, el conocimiento está en continuo crecimiento y adquisición, pero es limitado, la economía y posesiones, así como llegan se van, pero Dios no es temporal ni limitado ni inconstante. Dios es eterno, todopoderoso, omnisciente. Este es el Dios que consuela tu llanto, quien te sostiene y fortalece. En él debe depositarse toda esperanza. 

¿Algún día desaparecerá el llanto y el dolor? En medio de circunstancias complejas, esto parece tan distante. Cuando en realidad, en medio del llanto y el dolor, Dios está en ti y contigo para consolarte. Dios trae la esperanza a tu vida cuando no parece haber alguna. Es tiempo de quitar los ojos del problema y centrarse en Dios. Cuando el enfoque está en Dios, las fuerzas están presentes para enfrentar todas las cosas y los problemas resultan tener el tamaño correcto. No nos abruman ni gobiernan, sino que desde la perspectiva adecuada ya vives la esperanza. 

El anhelo de todo ser humano es hallar felicidad y dicha y que el dolor desaparezca. ¿En qué otro lugar encontraremos esa felicidad sino en Dios? No existe un lugar físico que te dé la plena felicidad, pues la felicidad humana es temporal, pero el gozo de Dios es permanente. Ese gozo viene solo del Señor y es la felicidad que permanece a pesar de los problemas, de las enfermedades, de los conflictos, de las crisis. Es la felicidad plena que nadie te la puede quitar, porque es de Dios. Te la imparte porque eres templo de su Espíritu Santo. No necesitas ganártelo, sino saber que te ha sido dado para que lo disfrutes. Cuando entiendes que la obra de Cristo fue completa en la cruz, entonces sabes que su amor te completa, que su paz es permanente y su gozo no te deja. Desde esa posición gobiernas las diferentes situaciones que necesitas enfrentar en esta vida. 

Palabra de confianza de parte de Dios

Fortalezcan a los débiles, den valor a los cansados.