[Serie El amor de Dios por nosotros] Cómo enfrentar decisiones difícilesMuestra

Confía en la comprensión y el cuidado de Dios

Cuando llega el momento en la vida en que se deben tomar decisiones respecto al cuidado y futuro de un ser querido, con enfermedad terminal o que demanda cuidado permanente, no te sientas solo, confía en Dios. Él puede hacer cosas que pueden sorprender al más visionario.

¿Recuerdas el abuelito del que te hablé ayer? Diariamente realizaba caminatas durante 30 minutos y el hijo en turno lo acompañaba. Ya no querían que él solo cocinara sus alimentos, así que el hijo en turno los preparaba. Los gastos eran cubiertos por todos los hijos, en la medida que tuvieran la posibilidad de hacerlo. Inclusive algunos nietos se sumaron a este compromiso. Este sistema se mantuvo durante varios años. El abuelito seguía día tras día, una vez a la semana llegaba el médico geriatra a tomar sus signos vitales y verificar que no tuviera complicaciones de salud, dejaba recomendaciones para su alimentación, pero nunca dejaba una receta. Un día el abuelito se quejó y no quería que el médico lo visitara, porque como no le dejaba receta para comprar medicinas, él decía que estaba estafando a sus hijos. 

De hecho, en el barrio, todos conocían el caso y se alegraban de ver una familia tan unida al momento de cuidar al abuelito. Durante su juventud, era zapatero de barrio, de aquellos que reparaban las suelas, los tacones y te sacaba de cualquier urgencia. Siempre usaba su sombrero cuando salía a caminar con su amada esposa. Pero los años pasaron y su esposa se adelantó a la presencia de Dios. Desde ese día comenzó a pasar tiempo con cada uno de sus hijos. Inclusive visitó a su cuarta hija que vivía en el país vecino. Pasó unos meses con ella y su familia, al igual que con los demás, siempre con su elegante sombrero y su abrigo. 

Cada día que este abuelito disfrutó tiempo con sus hijos y nietos, fue retribuido en sus últimos días, donde cada uno de ellos lo cuidó y consintió. Recordaban los años en los que compartieron juntos. Es que ser familia incluye todo, hasta los días difíciles. Cuando Dios nos diseñó como seres sociales y parte de una familia, pensó en todo eso. No es bueno que estemos solos, por eso nos dio un cónyuge y una familia. No hay otra manera de enfrentar todo esto sino en el diseño de Dios. 

Palabra de confianza de parte de Dios

Por todos lados me has rodeado; tienes puesta tu mano sobre mí.