[Serie El amor de Dios por nosotros] Cómo enfrentar la muerte y la pérdidaMuestra

El Señor es tierno y compasivo

Aun cuando experimentes dudas e incertidumbre, puedes estar seguro de la fidelidad de Dios. Los médicos, en muchas ocasiones, piden a la familia tomar decisiones cuando ya no hay más salida o envían al paciente a casa, para que pase tiempo con sus familiares los últimos días. Cuando la noticia de la partida de un familiar cercano llega, afecta a toda la familia. Son días de dolor, de llanto, de angustia, pero puestos los ojos en Jesús el autor y consumador de la vida, se enfrenta este dolor en paz.

Un teniente de la Fuerza Aérea recibió la noticia a las cinco de la mañana en su casa, su padre murió de un ataque cardíaco. Este teniente vivía a 30 horas de viaje por tierra del lugar donde vivían sus padres y demás familiares. Hombre fuerte, con su entrenamiento militar, no dudó en llamar a su jefe e informar lo sucedido. Solicitó permiso para trasladarse con su familia, esposa y cinco hijos a la ciudad donde había fallecido su padre. En silencio total, su esposa preparó maletas, alistó a los hijos y todos se subieron al carro. Comenzaron el duro viaje. 

Hora tras hora en la carretera, los hijos cantaban, hacían chistes, jugaban para entretenerse y la mamá estaba pendiente de que no interrumpieran a su padre. Después de 20 horas de viaje, el hombre paró el carro al costado de la carretera y lloró inconsolable. A pesar de que él había salido a los 12 años de casa, porque la única manera de estudiar en aquella época era ir a un internado, su amor por su padre era real. Continuaron el viaje, parando solamente para abastecer combustible, pues la esposa había preparado sándwiches para no demorarse en el camino. Finalmente, llegaron. La reunión familiar, efusiva, todos recibían con los brazos abiertos a los familiares que vivían lejos. 

El dolor de la partida de un ser querido es profundo y real. Unos más fuertes que otros, pero el dolor está presente y es necesario expresarlo. El llanto ayuda a sacar el dolor. Pero en Cristo está la fuerza para seguir viviendo sin ese ser querido. El Señor es tierno y compasivo, sostiene en los momentos de dolor y pérdida. Da nuevas fuerzas para el día siguiente. 

Palabra de confianza de parte de Dios

El Señor es tierno y compasivo; da alimentos a los que lo honran; ¡se acuerda siempre de su alianza!