[Serie El amor de Dios por nosotros] Cómo enfrentar la muerte y la pérdidaMuestra

¿Está cerca el final?

«¿No hay nada más que pueda hacer?» Al enfrentar la muerte de tu ser querido y que su relación física llegue a su fin, el recuerdo de esa relación permanecerá contigo. Como sobreviviente, tú puedes experimentar dudas y temores mientras luchas por comenzar una nueva vida sin tu ser querido. Dios está contigo en medio de tu dolor y estará contigo siempre.

Aunque la muerte nos sobrevenga a cada uno de nosotros, estamos seguros de la gran promesa de que todos los que creen en Jesucristo verán la gloria de Dios. Esa promesa trae total paz a nuestras vidas a pesar del duro momento de la partida. 

Un hombre, había decidido incursionar en las cosas de este mundo, y llevó una vida de libertinaje y alcohol desde los 17 años. Abusó de su cuerpo de muchas maneras. Siendo aún joven, de 30 años, fue llevado de urgencias al hospital. Inmediatamente se informó a la familia que debía ser internado porque su hígado estaba en muy mal estado. Comenzaron los exámenes, las visitas de los especialistas, las juntas médicas. Los resultados eran alarmantes, la bilirrubina estaba en 90, cuando lo normal es 1. El hígado estaba con cirrosis, la única opción para sobrevivir era un trasplante. Además, se le encontró hepatitis C. Toda la familia estaba reunida en el hospital buscando opciones. Los días comenzaron a pasar. Se descartó el trasplante porque no se puede realizar esta práctica médica a alcohólicos, puesto que los otros órganos también se afectan.

La situación comenzó a ponerse cada vez más complicada. El médico llamó a una reunión. Era necesario ingresar al joven a terapia intensiva. Para alimentarlo necesitaba canalización puesto que ya no podía ingerir alimentos por vía oral. El médico explicó a la familia que cada día en terapia intensiva tenía un alto costo y que, aunque la familia tuviera para cubrir unos días, no se podía garantizar su recuperación, pues el hígado no se recupera. El médico calculó tres días más de vida. Los animó para que mientras estuviera consciente, arreglara todas las cosas con sus hijos y negocios. Fue una noticia devastadora para la familia. La muerte tocaba la puerta.

La muerte, así se trate de algo fulminante o de un largo proceso de sufrimiento, afecta a la familia. Pero la esperanza que tenemos los hijos de Dios nos permite ver las situaciones más allá de lo terrenal y temporal. Tenemos la esperanza, porque Jesucristo es la resurrección y la vida. La esperanza de la familia está en Cristo. 

Palabra de confianza de parte de Dios

Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que todavía está vivo y cree en mí, no morirá jamás.

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