[Serie ¡Qué dicha!] La paz de los hijos de DiosMuestra

Entrevista a Jesús, segunda parte

¿Qué sentiste respecto a la traición de Judas? ¿Estabas enojado, triste o ambos? 

Jesús - Una traición siempre es dolorosa. Más de una persona cercana. Elegí a Judas para ser de los doce discípulos, con quienes pasaba tiempo, a quienes enseñaba con dedicación y amor. Me dolió su traición, pero era necesario para el cumplimiento de las Escrituras.

La gente gritaba que fueras crucificado. ¿Por qué tenían esos malos sentimientos hacia ti? 

Jesús - La multitud fue engañada por los gobernadores del pueblo y los líderes religiosos. Ellos no querían oír el evangelio que yo predicaba, se sintieron amenazados por mí. Sintieron temor cuando yo les hablaba del amor de Dios. No quisieron oír. Pero mi amor por ellos nunca cambió, por eso fui a la cruz, por amor aún por ellos. 

¿Qué tan difícil fue cargar tu propia cruz? 

Jesús - Cada paso con la cruz sobre mí fue difícil y doloroso. Cargué el peso por cada hombre y cada mujer de este mundo. Cada paso fue la decisión de ser obediente al Padre, por amor, para que ninguno se pierda. Eso me sostuvo, me dio fuerzas, aunque sangraba, me dolía todo el cuerpo por los golpes y latigazos. La corona de espinas lastimaba mi cabeza, pero avanzaba paso a paso, pensando en cada uno, para que no se perdieran. 

Después de tu resurrección, apareciste a María Magdalena, a los discípulos, a Tomás y a otros. ¿Cuál de esos momentos fue el más especial para ti? ¿Por qué?

Jesús - Cada vez que me aparecí a uno de ellos, a los que creyeron, a mis discípulos, fue muy especial. No solo porque reafirmaba su fe y les mostraba que era verdad lo que les había enseñado. Sino porque pude hablar nuevamente del evangelio del reino de Dios. Durante cuarenta días les hablé, para que tuvieran claro en su mente y corazón el fundamento de mi predicación. Ellos tenían que entender que debían permanecer juntos para recibir lo que mi Padre prometió y que yo les había hablado, el Espíritu Santo. De esta manera recibirían poder para predicar el evangelio en todas partes. No los abandoné, era necesario que se cumpliera la Escritura. 

Preguntas de reflexión

¿Cómo debemos responder si la gente nos persigue? ¿Qué promesas futuras tenemos? Basado en lo que hemos estudiado hasta ahora, ¿qué significa Mateo 5:10 para ti?