Caminando con JesúsMuestra

El perdón

Para ser perdonado es necesario reconocer el pecado primero. Aquel que no se considera transgresor, no piensa que necesita perdón.

Lo que esta mujer estaba haciendo es, sin duda, un acto de adoración porque adorar literalmente significa "postrarse", "entregar todo", "rendirse" y esto era lo que ella hacía. Se rendía porque había sido perdonada, se entregaba porque lejos de Jesús no había más vida, se postraba porque ella sí reconocía a Jesús como alguien superior.

Jesús, en este pasaje, se muestra haciendo cosas que sólo Dios puede hacer, como leer corazones o perdonar pecados. Lo hace porque Él es Dios. Los otros invitados se preguntan "¿por qué Jesús se atrevía a perdonar pecados?", lo que no sabían es que Simón tenía la pregunta resuelta. Él sabía que Jesús había "leído" su corazón y eso no sólo lo hacía superior, le daba la condición necesaria para perdonar pecados.

El que mucho perdón recibe mucho ama. ¡Qué hermosa invitación para reconocer nuestro pecado y así recibir con brazos abiertos la salvación que Jesús ofrece!

Hasta que no reconocemos nuestro pecado no logramos entender la necesidad de un salvador.

• ¿En qué sentido todo pecado es igual para Dios, aun cuando el hombre lo vea de otra manera?
• ¿En qué sentido la mujer fue salvada por su fe?
• ¿Cómo es que todos necesitamos del perdón y la salvación que hay en Jesús?