Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Mateo: El evangelio del ReinoMuestra

Mateo: El evangelio del Reino

DÍA 2 DE 8

¿QUIÉN ERA MATEO?

Jamás hubo un hombre con menos posibilidades de llegar a ser un apóstol que Mateo. Este evangelio lo designa como “Mateo,” un hombre “sentado a la mesa de recaudación de impuestos”, mientras que Marcos lo llama Leví, y dicen que era recaudador de impuestos. Aparentemente, pues, este hombre tenía dos nombres. Como cobrador o recaudador de impuestos estaba al servicio del Imperio Romano. Estos eran odiados por todos. Estaban al servicio de los conquistadores de su país y llegaban a amasar grandes fortunas a expensas de las desgracias de sus compatriotas. Su deshonestidad era notoria. No solo que estafaban a sus propios paisanos, sino que también hacían todo lo posible por escamotear al gobierno y a las fuerzas de ocupación romanas, logrando de este modo enriquecerse al recibir coimas de los ricos que querían evadir impuestos, que eran excesivos.

El odio que los judíos sentían hacia estos funcionarios a veces llegaba a ser violento. Los judíos en tiempos de Jesús eran fanáticos nacionalistas. Pero lo que los exasperaba más que ninguna otra cosa era su convicción religiosa de que solo Dios era Rey, y que pagar cualquier impuesto a un rey mortal era una violación de los derechos exclusivos de Dios y un insulto a su majestad soberana.

Según la Ley judía, un recaudador de impuestos debía ser excluido de la sinagoga. Su persona estaba incluida entre las cosas y bestias inmundas. Tenían prohibido ser testigos en un juicio y tenían vedada toda participación religiosa. Ladrones, asesinos y recaudadores de impuestos eran considerados como miembros de una sola clase de personas, y eran fuertemente estigmatizados por la sociedad.

Cuando Jesús llamó a Mateo, llamó a un hombre a quien todos odiaban. No obstante, encontramos aquí. una de las instancias más grandes del Nuevo Testamento, en la que vemos el poder de Jesús y esa maravillosa capacidad suya de ver en una persona, no solo lo que ella es, sino también lo que ella puede llegar a ser por el poder de su amor transformador.

Nadie jamás ha demostrado tener tanta fe en las posibilidades de la naturaleza humana como Jesús. El caso de Mateo es una ilustración elocuente de esto.

En el relato que Mateo hace del llamamiento que le hizo Jesús, vemos que el Señor le hizo tres invitaciones:

1.  Jesús lo invitó a reconocerlo como el Mesías. Esto no era nada fácil, la respuesta era costosa, porque para ser seguidor de Jesús hay que pagar el precio del discipulado. Mateo sabía esto porque él mismo se sentía pecador y seguramente estaba atormentado por la culpa. Había traicionado a su pueblo y había puesto lo material y sensual antes que lo espiritual. Muy probablemente había oído hablar de Jesús y sabía que su mensaje era duro y sus demandas muy radicales. No obstante, lo dejó todo y siguió al Mesías.

Aceptarlo significaba también para Mateo tomar una gran decisión, que tenía que ser una rápida e inmediata. Pero, además, tenía que ser una decisión pública. Él era un hombre público, pero no trató de ocultar su nueva fe. No se avergonzó del Evangelio. 

2.  Jesús invitó a Mateo a llevar a sus amigos a Él. Recordemos que los fariseos no se asociaban con los cobradores de impuestos y con las personas que no cumplían con todos los preceptos de la Ley. Quienes no tenían un conocimiento amplio y una práctica  consecuente de las leyes religiosas eran despreciados. Sin embargo, después de encontrarse con Jesús e invitarlo a cenar en su casa, Mateo convocó también a este tipo de gente que, como él, estaba fuera del sistema religioso.

3.  Jesús invitó a Mateo a usar sus talentos para el Reino. Indudablemente, él tenía el talento de escribir. Sabía leer y escribir. Esta capacidad fue usada para la gloria del Señor.
Mateo tenía también el talento de contar con múltiples contactos, tanto dentro del judaísmo (los que pagaban sus impuestos), como entre las autoridades romanas que lo habían empleado. Él supo usar su influencia para dar a conocer el mensaje de Jesús desde el día mismo en que comenzó. a ser su discípulo. Lo hizo utilizando el mismo método que había usado para hacer sus negocios: organizar una cena con Jesús.

Día 1Día 3

Acerca de este Plan

Mateo: El evangelio del Reino

El mensaje central Mateo es el Reino de Dios. No hay verdad más central para la comprensión de la fe que el Reino. Este tiene que ver con Dios mismo, su carácter, su revelación de sí mismo, su acción redentora y su amor y deseo de entrar en una relación con nosotros.

More

Nos gustaría agradecer a Peniel por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://store.peniel.com/es/comentarios/464-comentario-biblico-hispano-20-mateo.html