La canción más fuerte: Escuchar la esperanza en medio del dolor, la ansiedad, la pena, la duda y el lamentoMuestra

Para cualquier persona que atraviese una temporada de dificultad, sobre todo cuando ésta pareciera nunca terminar, una parte inevitable del proceso de duelo es preguntarse los "y si...", "si tan solo...", o "lo que podría haber sido". 

A veces, para pasar por nuestro dolor, necesitamos crear espacio para llevar el duelo de nuestro futuro alterado. Es decir, necesitamos llorar (clamar a Dios) esos "que podría haber sido". Es perfectamente válido, incluso saludable, llevar el duelo por el dolor pasado y por las versiones alternas del futuro. Porque nuestros "podría haber sido" también son pérdidas reales. 

Es bueno expresar nuestras preguntas sobre lo que podría haber sido a Dios, no para quedarnos atascados en el pasado o tropezar con él, sino como una manera de rendirle nuestro pasado y comenzar a vivir completamente en la nueva realidad frente a nosotros. 

Piensa en el llanto de Agar y el pequeño Ismael en Génesis 21 de nuestra lectura de hoy. Aquí vemos en el llanto un destello de “lo que podría haber sido”. Agar y su hijo fueron echados al desierto debido a los celos de Sara. Cuando el agua se les terminó, Agar colocó a su pequeño debajo de un arbusto y lloró: “No quiero verlo morir” (versículo 16). 

En el llanto de Agar, vemos el dolor de una madre viendo sufrir a su hijo. Esta no es la existencia que se suponía tendría el niño. Él debía haber sido criado en la casa de su padre, Abraham. Le debían de haber provisto. Debía haber conocido la protección, el alimento, agua y la familia. Definitivamente no debería estar muriendo en el desierto.

Gracias a Dios, el Señor escuchó el lamento de su madre, intervino, y proveyó agua para ellos, un pozo en el desierto. Cuando Agar dijo adiós a lo que podría haber sido, Dios intervino y llevó a Ismael por otro camino. 

Al leer escrituras como esta, se evidencia que Dios nunca permanece como un oyente pasivo. Cuando clamamos a Él, cuando rendimos a Él nuestros "y si", Él escucha. Dios es un Consolador que se involucra, que quiere nuestros y si. 

Así que rinde hoy a Dios tus "lo que podría haber sido". 

Estos pueden ser también llantos que ayuden a abrir tus ojos para ver el arroyo de Dios en tu desierto. 

Que en tu dolor puedas verlo hoy como El Roi, el Dios que te ve.