La canción más fuerte: Escuchar la esperanza en medio del dolor, la ansiedad, la pena, la duda y el lamentoMuestra
¿Cómo estás?
Si te pareces un poco a mí, esa sencilla pregunta, bien intencionada—“¿cómo estás?”—puede hacerte entrar en pánico o incluso darte desesperanza, especialmente si estás en una temporada de prueba o dificultad. Puede que te veas bien por fuera, pero por dentro estás en una temporada de lamento (clamando a Dios en duelo y dolor). Apenas aguantas, preguntándote si Dios o alguien realmente te ve.
En días difíciles, una pregunta simple como “¿cómo estás?”, que debería tener una respuesta sencilla, realmente nos desorienta. ¿Cómo puedo explicarle a los demás cómo estoy realmente? ¿Qué tanto puedo compartir de que estoy herido?
De modo interesante, “cómo” es comúnmente una de las primeras frases en la mayoría de lamentos bíblicos (oraciones de duelo o dolor). Los afligidos en la Biblia—como Jeremías, David, y otros—con frecuencia hacen la misma pregunta a Dios: “¿Cómo?”.¿Como cuánto tiempo durará esto, Dios? ¿Cómo lo solucionarás, Dios? ¿Cómo Te manifestarás, Dios?
Tenemos mucho que aprender de los afligidos en la Biblia quienes preguntaron a Dios todos sus “cómo” sin miedo. De hecho, podemos hacer lo mismo. Dios no nos castigará por nuestras emociones sinceras. Puede soportarlo. Por el amor de Dios por Jesús, podemos echar a Sus pies nuestra tristeza y frustración cuantas veces y por el tiempo que necesitemos hacerlo.
Si necesitas un punto de inicio, mira la lectura de hoy de una de las canciones de lamento más famosas de David, el Salmo 13. David no huye de su tristeza ni finge que no existe. Él suelta sus “cómo” más vulnerables ante Dios una y otra vez.
Aquí hay que ver algo importante—de alguna manera, en medio de su lamento, David cambia su tono: “Pero yo confío en Tu gran amor.”
La miseria de David no se ha desvanecido. Su situación no ha cambiado. Aun así, de algún modo, David entona una alabanza. Puede que la reacción de David al dolor haya comenzado con queja—con cómo—pero el lamento sobrenatural de David cambia a alabanza. David ha aprendido a confiar en que Dios está en control de su difícil situación. Y en su oscuridad, Dios muestra una luz. (Salmo 18).
Si puedes aprender a rendir tus “cómo” a Dios, crecerás realmente en intimidad con Él. Y mientras esta nueva intimidad con Dios te transforma, tu abatido corazón encontrará descanso y tus lamentos cambiarán en alabanza.
Acerca de este Plan
Si estás luchando, emocional, física, relacional o espiritualmente, o caminando con alguien que lo esté, este estudio de siete días será un bálsamo para tu alma cansada. Mirando las vidas de David, Ana, Jeremías y otros lamentadores bíblicos, descubrirás el poder de la presencia de Dios contigo en tu dolor. Dios dice una palabra mejor y canta una canción más fuerte que el ruido de tu dolor y sufrimiento.
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