Preparando nuestros corazones para la Pascua: un devocional de CuaresmaMuestra
"Día 20: El Siervo Justo"
En estos versículos observamos el contraste entre el siervo obediente del Señor y aquellos que lo persiguen y abusan de Él. Sorprendentemente, es el Siervo Obediente el que es llamado a sufrir en nombre del pueblo desobediente – ser golpeado, escupido, y escarnecido. Y a pesar de esto, "pone su rostro como pedernal" hacia el camino del sufrimiento y "no será avergonzado". Él sabe que Su sufrimiento no es en vano ya que por ello Su pueblo será redimido.
Los escritores del Nuevo Testamento reconocieron que el Siervo del Señor, referenciado en este pasaje, no es otro que Jesucristo. Él "fijó Su rostro" hacia Jerusalén, sabiendo del dolor que le esperaba allí (Lucas 9:51). Él fue golpeado, escupido, escarnecido (Marcos 15:19-20). Sufrió, no a causa de Su pecado sino del nuestro, y Su vida fue marcada por la perfecta obediencia, incluso hasta la muerte en la cruz (Filipenses 2:5-9).
A través de todo esto, Jesús permaneció siendo el Siervo sin pecado (Hebreos 12:2). ¿Cómo pudo Jesús soportar tal tratamiento y aún, estar confiado que en última instancia no sería avergonzado? La respuesta, en una palabra, es gozo: por "el gozo venidero, Él sufrió la cruz". El gozo que motivó a Jesús fue el hecho de que por medio de Su sufrimiento Su pueblo sería redimido.
También hay un gran gozo trazado para nosotros hoy. Ciertamente hay dolor y sufrimiento en nuestro caminar, pero estando unidos a Cristo por medio de la fe, ¡jamás seremos avergonzados! Tomemos nuestra cruz y sigamos a Cristo, el Siervo Justo.
Oración
Padre Celestial, te agradecemos por la vida, muerte y resurrección de Jesús, nuestro Siervo Justo. Puedan las buenas nuevas fortalecernos a medida que buscamos el gozo en medio de nuestro dolor y sufrimiento. En el nombre de Cristo, amén.
Derechos de autor (c) 2012 por Redeemer Presbyterian Church.
En estos versículos observamos el contraste entre el siervo obediente del Señor y aquellos que lo persiguen y abusan de Él. Sorprendentemente, es el Siervo Obediente el que es llamado a sufrir en nombre del pueblo desobediente – ser golpeado, escupido, y escarnecido. Y a pesar de esto, "pone su rostro como pedernal" hacia el camino del sufrimiento y "no será avergonzado". Él sabe que Su sufrimiento no es en vano ya que por ello Su pueblo será redimido.
Los escritores del Nuevo Testamento reconocieron que el Siervo del Señor, referenciado en este pasaje, no es otro que Jesucristo. Él "fijó Su rostro" hacia Jerusalén, sabiendo del dolor que le esperaba allí (Lucas 9:51). Él fue golpeado, escupido, escarnecido (Marcos 15:19-20). Sufrió, no a causa de Su pecado sino del nuestro, y Su vida fue marcada por la perfecta obediencia, incluso hasta la muerte en la cruz (Filipenses 2:5-9).
A través de todo esto, Jesús permaneció siendo el Siervo sin pecado (Hebreos 12:2). ¿Cómo pudo Jesús soportar tal tratamiento y aún, estar confiado que en última instancia no sería avergonzado? La respuesta, en una palabra, es gozo: por "el gozo venidero, Él sufrió la cruz". El gozo que motivó a Jesús fue el hecho de que por medio de Su sufrimiento Su pueblo sería redimido.
También hay un gran gozo trazado para nosotros hoy. Ciertamente hay dolor y sufrimiento en nuestro caminar, pero estando unidos a Cristo por medio de la fe, ¡jamás seremos avergonzados! Tomemos nuestra cruz y sigamos a Cristo, el Siervo Justo.
Oración
Padre Celestial, te agradecemos por la vida, muerte y resurrección de Jesús, nuestro Siervo Justo. Puedan las buenas nuevas fortalecernos a medida que buscamos el gozo en medio de nuestro dolor y sufrimiento. En el nombre de Cristo, amén.
Derechos de autor (c) 2012 por Redeemer Presbyterian Church.
Acerca de este Plan
¿Qué es Cuaresma? Es un tiempo en el cual anticipamos la victoria de la luz y la vida de Cristo sobre la oscuridad del pecado y la muerte. Durante este tiempo desde el Miércoles de Ceniza hasta la Pascua, se nos recuerda nuestra fragilidad y la gracia redentora de Dios.
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Este devocional fue creado por el personal de la Redeemer Presbyterian Church y fue publicado originalmente en el 2012 en www.redeemer.com Reproducido con autorización.