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Usa tus dones como un acto de adoración
“En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y así probéis que sois mis discípulos" (Juan 15:8 LBLA).
Cuando usas los dones que Dios te ha dado, es un acto de adoración.
¿Qué es lo que hace sonreir a Dios? Algunos piensan que Dios solo sonríe cuando estás orando, alabando o en la iglesia. La verdad es que Dios sonríe cuando usas los dones que Él te ha dado. Cuando haces para lo que fuiste armado y formado para hacer, Dios piensa: "¡Qué bien! ¡Yo lo hice para que hiciera eso!".
Recuerdas la película "Carrozas de Fuego", cuando Erik Liddell dice: "Cuando corro, puedo sentir el placer de Dios"? Dios formó a un hombre para que corriera. Formó a otros para ser ciclistas, correr carros de carreras o surferar. Simplemente son buenos. Creo que cuando Dios los ve, dice: "¡Qué bien! Hice la ola e hice al surfista. Esto es muy bueno". No es necesario que estés haciendo algo espiritual para glorificar a Dios.
La Biblia dice: “En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto" (Juan 15:8a LBLA). Cuando usas tus dones correctamente, Dios es glorificado. Y ciertamente, no puedes agradar a Dios con dones que no tienes. Dios no espera que seas talentoso para todo. Solo quiere que uses lo que Él te ha dado.
En la Biblia, la palabra "gozo" y la palabra "don" vienen de la misma palabra griega. Esa palabra es "gracia". Cuando usas tus dones esprituales, Dios se goza y tu también. Dios dice: "Está haciendo para lo que lo formé". Y tú piensas: "¡Qué bien se siente!". El mejor sentimiento del mundo viene cuando usas los dones para el propósito de Dios, porque funciona, puedes sentirlo y lo disfrutas.
Ser usado por Dios es la mejor sensación. Si nunca la has sentido, me entristezco por ti. Necesitas desarrollar los dones esprirituales que están en ti para que puedas disfrutar tu vida y glorificar a Dios. No hay ningún sentimiento en el mundo que se asemeje al que sientes cuando eres usado por Dios, sabiendo que estás haciendo para lo que fuiste creado.
Escrituras
Acerca de este Plan
Al igual que Pablo en el Nuevo Testamento, tú también sabes que aún no eres quien Dios quiere que seas (Filipenses 3:12). En esta serie, el pastor Rick comparte los pasos que te ayudarán a avanzar hacia tu meta de ser transformado a la semejanza de Cristo.
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