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Eres la Obra Maestra de Dios

La razón por la que tienes valor es por lo que Dios dice de ti, no por lo que otras personas dicen de ti.

A muchas personas les falta autoestima. No se sienten bien consigo mismas porque siempre están tratando de darse ánimo con el tipo de ropa que usan, el tipo de automóvil que conducen, y las cosas que dicen. Siempre están tratando de darse ánimos para sentirse mejor porque realmente no se aceptan a sí mismas —lo cual es rebelión contra Dios—.

Si Dios quisiera que fueras alguien más, no existirías. ¡Pero Él te quería a ti! Él te hizo a ti para ser tú. La verdadera autoestima proviene de tres hechos:

1. Dios te creó.
2. Jesús murió por ti.
3. El Espíritu de Dios vive en ti.

La Biblia dice: "Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás" (Efesios 2:10 NTV). El Nuevo Testamento fue escrito originalmente en griego. La palabra griega para "obra maestra" es "poema." De ahí proviene nuestra palabra "poema". Dios dice: "Tú eres mi poema. Tú eres mi obra maestra. No quiero que copies a alguien más. He puesto dones en ti —corazón, habilidades, personalidad y experiencias— y quiero que los uses". Tienes valor debido a lo que Dios dice sobre ti y a lo que ha hecho por ti.

No solo eres deseado, ¡eres necesario! La Biblia dice en 1 Corintios 12:4-6: "Hay distintas clases de dones espirituales, pero el mismo Espíritu es la fuente de todos ellos. Hay distintas formas de servir, pero todos servimos al mismo Señor. Dios trabaja de maneras diferentes, pero es el mismo Dios quien hace la obra en todos nosotros” (NTV).

Eres necesario. Se te necesita en tu iglesia. Se te necesita en tu comunidad. Se te necesita en este mundo. Si no fueras necesario, Dios no te habria creado. Él no te creó para solo quedarte sentado y amargado. Él te trajo aquí para hacer una contribución con tu vida. Y todos son necesarios.

No hay personas sin importancia en la familia de Dios. Cada parte es necesaria. ¿Sabes qué luz es la más importante en mi casa? No es el gran candelabro en el comedor. Es la lucecita insignificante que enciendo cada noche para que cuando me levante para ir al baño en la madrugada, no me golpee en el dedo del pie.

Cada función es importante. Tú eres importante. Tienes valor porque Dios lo dijo así y porque El pagó un rescate muy elevado por tu vida cuando envió a Su Hijo, Jesús, a morir en la cruz por ti.

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