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Tómate un descanso

La Biblia dice en Marcos 12:30 “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas” (LBLA). Otra forma de decirlo es ama a Dios con lo todo que hablas, con todo lo que sientes, con todo lo que piensas y con todo lo que haces. Dios te formó para ser predominantemente un comunicador, una persona sensible, un pensador o un hacedor.

Los "hacedores" aman a Dios con su fortaleza. Son los energéticos activistas de la vida — los que alcanzan metas, los trabajadores, los que llevan a cabo las cosas y logran lo que se proponen en el ámbito práctico de la vida.

¿Cuál es el propósito de los "hacedores" en el mundo?

El mundo necesita contribución. No solo necesitamos comunicación, compasión y consideración. ¡Necesitamos ponernos a trabajar y hacer las cosas! Necesitamos personas de acción. Personas con iniciativa, energía, acción y una inclinación hacia los logros

Pero todos tienen sus imperfecciones y para los "hacedores" es trabajar en exceso. Los hacedores siempre están trabajando, no dejan de pensar nunca y definitivamente no se detienen a sentir. ¡Siempre están ocupados!

Dios dice en el Salmo 127:2: “Es en vano que os levantéis de madrugada, que os acostéis tarde, que comáis el pan de afanosa labor, pues Él da a su amado aun mientras duerme" (LBLA). Si eres un hacedor, ese sería un buen versículo para poner en el espejo de tu baño. Dios quiere que Sus amados descansen.

Algunos de ustedes necesitan hacer menos. No menos para el Señor, sino menos en otras áreas para que puedan tener tiempo para las cosas realmente importantes.

La Biblia dice que cuando crees en Jesús, Dios te hace una nueva persona: "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas" (2 Corintios 5:17 LBLA).

Cuando te conviertes a Jesús, tu pasado es perdonado, tienes una razón para vivir y tienes un hogar en los cielos. Pero hay algo que no cambia cuando te conviertes a Jesús: tu personalidad. Dios no quiere que reduzcas las velocidad cuando llegas a Él. Solo quiere que cambies de dirección. De hecho, quiere empoderarte. Recuerda, Él te dio tu personalidad.

Dios no quiere hacerte un clon de todos los demás en la forma como lo glorificas, le sirves y le amas. Él quiere que le sirvas con tu personalidad. No solo eso, quiere fortalecer tu personalidad, no desalentarla. Él te hará más como tú de lo que nunca has sido antes.

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