Dios, ¿dónde estás? Con John BevereEjemplo

Entrenamiento de fuerza espiritual
La obediencia a través de pruebas, adversidades y tentaciones desarrollan fuerza espiritual de una forma similar la fuerza física al levantar pesas. Si eres capaz de levantar un desafío espiritual de 145 libras, pero Dios tiene un plan o posición que requiere la capacidad de levantar 185 libras de oposición, persecución, tentación, y pruebas, Él no lo va a permitir: no eres suficientemente fuerte. En lugar de eso, Él va a permitir que el proceso de entrenamiento comience. El permitirá, no es el autor, quizá una adversidad de 155 libras que te probará aun más, pero sin agobiarte.
Por ejemplo, alguien riega un rumor sobre ti. En lugar de contrarrestar el ataque defendiéndote y divulgando un chisme acerca de esa persona, tú, en obediencia a la Palabra de Dios, escoges no decir nada y en cambio lo bendices. Esto es grande, ¡levantaste la prueba de 155 libras! Ahora está en el siguiente nivel: 165 libras.
Si continuas obedeciendo la palabra de Dios a través de las adversidades, tu entrenamiento continua hasta que llegues al nivel de las 185 libras. Ahora estas preparado para un plan más alto o una nueva posición en el reino. Este es el fin que el Señor se ha propuesto.
Pero si tú respondes al chisme sintiéndote ofendido y costestándole a la persona, lo adivinaste, el Señor llora y dice: “lo siento, pero necesitas regresar y levantar más desafíos de 145 libras”. Tú todavía estás en el gimnasio pero no te estás beneficiando de él.
El entrenamiento continúa, pero al mismo nivel. Luego, Él permite un problema financiero, otra prueba de 155 libras, que venga en tu camino, pero en lugar de buscar la provisión de Dios, tú inmediatamente dices: “¡No hay problema!". Nuestra tarjeta de crédito no ha llegado al máximo”. Con eso, el peso extra se quita y Dios dice: “Vuelve a los 145”.
Si las pruebas del desierto, el ‘entrenamiento de peso’, están fallando, llegará el tiempo en que Dios te necesite para esa tarea particular del reino que lleva las 185 libras de oposición. Sin embargo, no estarás listo porque no haz desarrollado el músculo espiritual para levantar la adversidad en esa situación. Es entonces cuando Él tiene que encontrar otra persona diferente para que lleve a cabo esa tarea.
¡Que oportunidad perdida! Es por eso que las adversidades que atravesamos son entrenamientos de fuerza espiritual que ayudan a prepararnos para pruebas aún mas grandes en el futuro. Entendiendo esto, podemos considerar como todo un gozo cada vez que las pruebas y los desafíos vienen en nuestro camino, sabiendo que ellos están trabajando para nosotros, fortaleciendo nuestros músculos espirituales y su capacidad, si permanecemos en obediencia a través de ellos.
¿Estás desarrollado tu fuerza espiritual? ¿O estas luchando con tu propia fuerza?
Acerca de este Plan

Te sientes perdido en una temporada difícil, preguntándote, “Dios, ¿dónde estás?”. En este Plan, el exitoso autor John Bevere, te equipa con revelaciones bíblicas claves e historias profundas que te ayudarán atravesar tus temporadas difíciles y a obtener lo que Dios tiene preparado para ti.
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