Conocidos: un devocional de cinco días por Tauren WellsMuestra

CONOCIDOS | Día 1 | LAS LÍNEAS QUE CRUZAMOS

Ser amado sin ser conocido es reconfortante pero superficial. Ser conocido sin ser amado es nuestro mayor temor. Pero ser plenamente conocido y verdaderamente amado es lo que significa ser amado por Dios.

–Timothy Keller

“Si realmente me conocieras,_______________.”

Recuerdo cuando mi amigo me dio a conocer un reality show que se había presentado en MTV llamado Si realmente me conocieras. Los directores del programa hicieron que grupos de estudiantes en todo el país llenaran el espacio en blanco. Su meta era acabar con el hostigamiento a travez del razonamiento, entendiendo que al conocer sus mutuos problemas, los estudiantes estarían más dispuestos a mostrar solidaridad en vez de criticarse. El show reunió a los estudiantes en el gimnasio del colegio y los alinearon junto a una pared. Uno de los instructores leía de una lista declaraciones tales como "Si realmente me conocieras, sabrías...'que crecí en un hogar roto', o 'que he sido víctima de algún abuso' o 'que me siento solo y con miedo aun entre amigos'". Por cada declaración con la que los estudiantes se identificaban, daban un paso adelante; al final, todos los estudiantes cruzaban una línea en medio del gimnasio. 

Luego el instructor les pedía que miren alrededor.

Con lágrimas en los ojos, se daban cuenta de que sus compañeros, aquellos a quienes habían menospreciado o prejuzgado, estaban atrapados en luchas similares. Bueno, esto sucedió en un colegio, no era de extrañarse que la mayoría de los alumnos (que no habían asumido una relación con Jesús) tuvieran vidas plagadas por las infortunadas rupturas del pecado. Pero nunca olvidaré cuando mi amigo usó esta misma estrategia con un grupo de estudiantes en una conferencia juvenil de una iglesia. Sinceramente creí que el resultado sería diferente tratándose de un grupo de muchachos de la iglesia; sin embargo, al hacer declaraciones profundas como. " Si realmente me conocieras, sabrías que lucho contra una adicción", los estudiantes daban un paso hacia adelante. "Si realmente me conocieras, sabrías que he sido abusado sexualmente". "Si realmente me conocieras, sabrías que he considerado el suicidio". Los estudiantes daban un paso adelante. "Si realmente me conocieras, sabrías que me siento profundamente rechazado". Sin esperar mucho, la mitad de los asientos estaban vacíos, y el altar estaba lleno. Creo que cada uno podía haber pasado adelante, pero algunos permanecieron sentados, aferrándose a la falsa comodidad que puede crear la superficialidad. 

La verdad es que todos estamos luchando. Todos caminamos con una cojera. Todos tratamos de hacer frente al trauma que conlleva existir en un mundo caído, ya sea que las personas en quienes confiamos nos hayan roto el corazón, que tengamos seres queridos separados por la muerte, tener inclinación por las cosas que nos acarrean verguenza, o tener un sistema de valores distorsionados... tú llenas el espacio en blanco. He llegado a la triste conclusión que existe una versión del cristianismo que muchos hemos aceptado y que nos ha entrenado a ser simuladores profesionales. Este devocional es para personas dispuestas a despedazar el enchape de cristiandad barnizada que nos recubre y que demos un paso en la vulnerabilidad que el Evangelio requiere antes de que el gran trabajo de la gracia sea realizado en nuestras vidas. Quizá si fuésemos honestos acerca de nuestros problemas, no sentiríamos que la honestidad está tan excluida. Después de todo, Jesús no murió por la imagen que proyectamos. Jesús murió por quienes somos en la realidad. 

Mi deseo es que un día estemos deseosos de cruzar esa línea de la desesperanza a la esperanza, del dolor a la sanidad, de la lucha a la rendición; que podamos contemplar alrededor de la habitación, a los pies de la cruz, mirándonos unos a otros y escuchar a Jesus terminar la declaración: "Si realmente me conocieras, sabrías que no estás solo.”