No me gusta su actitudMuestra

El que cuestiona todo

Creo que la primera vez que Jesús vio a Natanael, no le cayó bien porque era esa clase de personas con actitud molesta, analíticas, y que miran a los demás despectivamente. Unos meses después, cuando organizaba su equipo de trabajo, en el listado de los discípulos que el Padre le asignó estaba Natanael; ¡¿por qué?! Porque a diferencia de lo que pensamos, en un buen equipo necesitamos personas dispuestas a desafiar nuestras decisiones y manera de pensar; incluso a confrontarnos. Quizá eso fue Natanael para Jesús y, la pregunta es: ¿tenemos la madurez necesaria para que en nuestro equipo haya gente así o preferimos trabajar con los que nos complacen en todo?

El padecimiento de Cristo no se limitó a la cruz: soportó actitudes de personas que eran como piedras en el zapato. ¿Podemos sacarlas de nuestra vida o hacemos lo que haría Jesús? Creo que él pensó: «tengo problemas con la actitud de Natanael, pero el Padre lo puso para obligarme a mejorar». Pensemos que la actitud de los demás, algunas veces, es el reflejo de nuestro comportamiento: el juicio conlleva estar a la defensiva, la superioridad acarrea intimidación y manipulación, y la pelea genera respuestas bruscas..., en cambio, la admiración generará respeto y honra.

Para profundizar sobre este tema, te invitamos a ver la predicación completa en https://www.youtube.com/watch?v=qjy11BFxJYg&t=175s