Las Victorias De Cristo Para El CreyenteMuestra
Vida eterna
La vida eterna es un proceso acabado por el Padre. En la expresión: nos dio vida, Pablo usó el tiempo aoristo, que se refiere a una acción única o acción puntual en el pasado, no prolongada en el tiempo, ya sucedió. Por lo tanto, también nos resucitó, (tiempo aoristo) y nos hizo sentar, (tiempo aoristo), en los lugares celestiales con Cristo Jesús. Este es un argumento para mostrar que la salvación llegó en un tiempo puntual y que no vuelve a repetirse.
La vida eterna es posible mediante la eficacia de la muerte del Hijo, pues la muerte del Hijo quita los pecados. ¿Por qué afirmamos la seguridad de la salvación? Lo que nos condena es el pecado. Si el pecado no existe, no hay condenación. Hebreos, al hacer referencia a los sacrificios de animales realizados por los sacerdotes en el antiguo pacto, menciona que nunca pueden quitar los pecados… quitar es la palabra perielein, que significa remover una cosa de alguien o de algo. Las personas que afirman la pérdida de la salvación están haciendo prácticamente lo mismo que los sacerdotes del Antiguo Testamento, ofreciendo sacrificios cada día. Pero Cristo… lo hizo una vez y para siempre, un solo sacrificio por los pecados, los quitó una vez y para siempre.
La muerte del Hijo perdona los pecados de una vez y para siempre. Porque Cristo, habiendo ofrecido una vez y para siempre un solo sacrificio por los pecados… Ephapax, (una vez y para siempre), adverbio que significa «ocurrencia única con la exclusión de cualquier otra ocurrencia, una ocurrencia que sucede de una vez y para siempre y que no ocurrirá jamás nuevamente».
Muchos no tienen problema con el perdón de los pecados pasados, sino con los futuros, algunos se preguntan ¿qué pasaría si la muerte me sorprende sin haberle pedido perdón al Señor? La palabra Ephapax (de una vez por todas) implica que todos los pecados pasados, presentes o futuros; negros, grises o blancos; confesados o no confesados; conocidos o no conocidos, todos fueron ya pagados por Cristo en la cruz y esto da paz y seguridad.
La vida eterna está garantizada por la obra del Espíritu Santo. El Espíritu Santo nos da testimonio que somos hijos de Dios. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. El Espíritu Santo nos da testimonio que somos hijos de Dios. Y si hijos, (condición de hijos) también herederos (condición de herederos). El sello del Espíritu Santo garantiza su salvación eterna. El sello representa autenticidad, protección, posesión. El Espíritu Santo es la garantía (arrabon) de nuestra herencia. Él es el depósito autenticando la posesión adquirida (nosotros).
Acerca de este Plan
En este devocional de nueve días, vamos a hacer énfasis en tres pilares: la victoria sobre la muerte eterna, la victoria sobre Satanás y la victoria sobre la esclavitud del pecado. Me temo que muchas veces nos encontramos tratando de pelear una batalla que Cristo ya ganó en la cruz del Calvario, por lo tanto, es necesario conocer la victoria que Él nos dio.
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Queremos agradecer al Dr. Fernando Abella, cubano, Decano Académico y Profesor Asociado del Programa Bíblico en español en Grace School of Theology, en The Woodlands, Texas, en acuerdo con El Centro Network. Si desea saber más sobre estas organizaciones, visite estos enlaces http://www.gsot.edu y http://www.elcentronetwork.com