El Arte De La Oración EficazMuestra

¿Qué es orar en su nombre?

Algunos creen que si dicen «en el nombre de Jesús» al final de la oración, dará como resultado que Dios conceda lo que se le pide. Orar en su nombre no es simplemente mencionar «el nombre» como una mantra mágica en nuestras peticiones, ni una formula religiosa que usamos para obtener lo que pedimos.

Orar en el nombre de Jesús significa orar con su autoridad y poder, pidiendo a Dios el Padre actuar sobre nuestras oraciones. Las respuestas son dadas, no basadas en nuestro mérito, sino por el mérito de Cristo. Cuando pedimos a Dios algo conforme a su voluntad, y en el nombre de Jesucristo, Dios responderá porque la garantía está cimentada en la persona, obra, naturaleza y plenitud del Hijo.

Orar en el nombre de Jesús es orar por las cosas que honrarán y glorificarán a Jesucristo. Esto es muy apropiado, pues es la voluntad de Dios que «en el nombre de Jesús se doble toda rodilla, y reconozca toda lengua que Jesucristo es Señor para la gloria de Dios el Padre».

Orar en el nombre de Jesús, significa que es el mismo quien está pidiendo, conforme a la voluntad del Padre. Cuando nosotros oramos confiadamente y con entendimiento al Padre, en el nombre de Señor Jesús, es como si Cristo mismo fuera el suplicante. Nosotros no podemos ofrecer esta clase de oración por nosotros mismos; esta oración en el espíritu viene del Cristo que mora en nosotros, por medio del Espíritu y por su palabra. 

Oramos en el nombre de Jesús, porque entendemos y sabemos que estamos identificados y sumergidos en su esencia, y que nos apoyamos en su obra consumada. Al orar así, demostramos fe por lo menos, en cinco aspectos fundamentales del papel que Cristo desempeña en el propósito divino: 

1. Oramos creyendo que Jesús, es el Hijo Eterno enviado por el Padre. 
2. Oramos reconociendo que Jesús, es «el Cordero de Dios», cuyo sacrificio satisfizo la justicia de Dios. 
3. Oramos sabiendo que Jesús, al ser resucitado por Dios Padre, ahora administra como «sumo sacerdote» los beneficios de su obra perfecta. 
4. Oramos convencidos que únicamente Jesús es el camino para acercarnos confiadamente al trono de la gracia.
5. Oramos seguros que en el nombre de Jesús, todo lo creado en el cielo y la tierra se somete a su señorío.

El nombre de Jesús nos habla de autoridad y poder, y al estar «en el nombre de Jesús», los creyentes pueden participar de su nombre y usar este nombre.

Cuando declaramos que actuamos en el nombre del Señor Jesús, le recordamos a todo el universo que hay una familia de elegidos y redimidos que son absolutamente uno con Cristo; los ángeles honran esto, y todos los demonios le temen a esto.