La actitudMuestra

Esperanza y confianza

¡Jesús! El nombre que cautiva nuestros miedos,

Que hace que cesen nuestras tristezas;

Es música en los oídos del pecador,

Es vida y salud y paz.

—Charles Wesley

La Enciclopedia de Filosofía Stanford define la confianza como "una actitud que tenemos hacia personas que esperamos que sean dignas de confianza”. Usando esta definición, es justo decir que las actitudes de Charles Wesley y la mayoría de los cristianos hacia Jesús, son las de esperanza llena de confianza.

Sin embargo, el futuro puede verse como un lugar desconocido y aterrador. No podemos saber con seguridad qué pasará luego, o cómo actuarán nuestros amigos, familias o líderes. Podemos planificar ir a la universidad, pero la ayuda financiera no resulta, o los planes de vacaciones se arruinan debido a una tormenta inesperada, o algo mucho, mucho peor.

Vivimos en un mundo en el que confiar no es fácil. En lugar de confiar en los demás, intentamos controlar cada resultado, evitar el compromiso, y esconder las áreas vulnerables de nosotros mismos. O podemos escoger otra clase de falso control: la apatía, podemos llegar a pensar que si no nos importa, no confiamos o no lo intentamos, entonces no podremos ser defraudados.

Vivir sin confiar puede ser tentador, pero de seguro hace difícil seguir a Jesús.

Dios le confía su creación a los humanos. El confió en una mujer joven y en un carpintero para criar a su único Hijo. Jesús le pidió a unos pescadores dejar sus trabajos diarios para seguirlo. Luego, invitó a Pedro a confiar lo suficiente en Él como para seguirlo a pie sobre el agua. Él le pidió a sus seguidores que confiaran los unos en los otros lo suficiente para viajar de a dos sin ropa o comida extra. Finalmente, Jesús confía en nosotros, su cuerpo, para amar a este mundo como Él lo hace.

La próxima vez que una decepción haga que tu confianza en Dios decaiga y tu actitud flaquee, recuerda que la confianza requiere esperanza. En una carta escrita desde prisión a los creyentes en Roma, Pablo nos recuerda que la esperanza es producida por el carácter, el cual viene de la perseverancia, un resultado del sufrimiento.

Ora: Amado Dios, mientras camino a través de las tormentas de la vida, ayúdame a enfocar mis pensamientos y actitud en Jesús. Mantén mis ojos en lo que es verdadero, respetable, justo, puro, amable, admirable, excelente y digno de elogio. Desarrolla en mí perseverancia, carácter y esperanza. En el nombre de Jesús, amén.