Libre de una conciencia sucia Muestra

Buscar el perdón de los hombres 

Si uno peca contra los hombres se debe practicar el principio de vida, que si alguno tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. Esta es la segunda vez que mencionamos este texto, pero es muy importante pues la palabra «reconciliación» nos habla de cambio. Es un cambio en la conducta que produce unidad entre las personas afectadas. Un cambio de vida, de perspectiva y de actitud ante las relaciones con las otras personas.

Es necesario basar mi perdón en las promesas de Dios y no en mis propios sentimientos. No debemos olvidarnos que Satanás es el acusador de los hermanos y lo hace día y noche. Debemos recordar que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. 

Siempre hay que recordar que «Él es fiel y justo para perdonarnos», no nosotros, sino Cristo mismo es quien nos perdona y nosotros debemos aceptarlo con gratitud y alabanza de corazón. El perdón es real, porque viene de Cristo y es permanente.

Mi querido lector, termino con las palabras del Dr. Dwight Pentecost, «Una mala conciencia o un sentimiento de culpa, no tiene porqué existir, pues por la confesión obtenemos perdón, limpieza y restauración. Así que Él no se acordará más de tu pecado y tú no lo debes hacer tampoco». Gloria a Dios, es posible ser libre de una conciencia sucia.

¿Cómo estás con la conciencia de pecado en tu vida? ¿Sientes culpabilidad permanentemente? ¿Sigues culpándote por lo que Cristo ya te perdonó? Hoy es tiempo para cambiar tu forma de vivir, dejar el pecado y manifestar a Cristo en ti.