Libre de una conciencia sucia Muestra
El momento de salvación
Uno de los libros cristianos más leídos, un clásico, se titula «El progreso del peregrino», escrito en 1676 por Juan Bunyan. La historia del peregrino, llamado en la alegoría «Cristiano», tiene un momento culminante y es cuando llega delante de la cruz. El texto dice así: «Después, en mi sueño, vi a Cristiano ir por un camino resguardado a uno y otro lado por dos murallas llamadas salvación. Marchaba, sí, con mucha dificultad, por razón de la carga que llevaba en sus espaldas; pero marchaba apresurado y sin detenerse, hasta que lo vi llegar a una montaña, y en cuya cima había una cruz, y un poco más abajo un sepulcro. Al llegar a la cruz, instantáneamente la carga se soltó de sus hombros, y rodando fue a caer en el sepulcro, y ya no la vi más».
A decir verdad, la gran carga que se suelta, cae y desaparece, es la carga por la culpa del pecado, es el momento de salvación, el del perdón. Pero a continuación uno se encuentra con una conciencia sucia, de obras del pasado, que necesita ser blanqueada.
Muchos años después de su salvación el apóstol Pablo agradece al recordar. Pablo fue blasfemo, persiguió a la iglesia, injurió a los creyentes, obtuvo permiso para perseguir a la iglesia de Cristo por todas partes. Pero reconoce que la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús. También reconoció que fue recibido a misericordia, para ejemplo que los que creerían después. Le da la gloria y la honra, al único Dios.
Todos tenemos un pasado, ninguno de los lectores nació ayer y lo que hicimos nos acusa. Pablo reconoció lo que había sido y define con exactitud sus pecados cometidos, pero manifiesta que lo hizo en su ignorancia. Si de pecadores se trata, él se coloca primero en la lista, pero justamente para eso vino Cristo, para salvar pecadores.
No podemos cambiar el pasado, pero podemos ser cambiados por el pasado para bien o para mal. Esto sucede cuando el presente se ve influenciado por el pasado. Es posible que el pasado aún no haya pasado y sigue cargando nuestro corazón. La mayoría de las personas viven crucificadas entre dos ladrones, el temor al futuro y el remordimiento por el pasado.
Escrituras
Acerca de este Plan
La conciencia está presente en todo ser humano, debemos aprender a tener una buena conciencia, e identificar aquellas situaciones que llevan a tener una conciencia sucia. Es necesario aprender a tener una conciencia correcta que permita al hijo de Dios llevar una vida que agrade a Dios.
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Nos gustaría agradecer a José Jordán en colaboración con El Centro Network por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en: www.palabradevida.org.ar y www.elcentronetwork.com