Libre de una conciencia sucia Muestra

Concepto de conciencia manifestado por varios hombres de Dios

Aun en el Antiguo Testamento, ciertos textos bíblicos nos dan más información sobre cómo trabaja la conciencia en distintas personas. David dijo después de su pecado con Betsabé: «Porque tus saetas cayeron sobre mí, y sobre mí ha descendido tu mano». También lo que pasó con el rey Saúl nos da más ayuda en cuanto a la conciencia de David, cuando tuvo la oportunidad de matar al rey Saúl, cuando lo perseguía entre las cuevas. En lugar de matarlo, David cortó la punta del manto de Saúl, pero después de esto, se turbó su corazón. «Y dijo a sus hombres: Jehová me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido de Jehová, que yo extienda mi mano contra él; porque es el ungido de Jehová». Sí, se turbó el corazón de David y no le permitió tocar más a Saúl. 

Veamos las palabras de Jesús: La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas? 

Las palabras de Pablo en la carta a los Romanos cuando dijo con firmeza: «Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia y acusando o defendiendo sus razonamientos». Es tan gráfico lo que dice Pablo en estos versículos; vemos que la conciencia da testimonio, a todo hombre, acusándole o defendiéndolo, pero haciéndole saber el estado del alma. 

Haciendo un breve resumen podríamos decir entonces, que la conciencia es: Una luz que ilumina lo escondido. Un juez que define la sentencia. Un testigo que defiende o acusa. Un árbitro que sanciona lo bueno o no.