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Ahora, Cristo es el último cordero pascual
Los actos de Dios para darles la libertad a los esclavos israelitas fueron ciertamente grandiosos. El poder de los faraones en el noreste de África no tenía límites, pero con diez poderosos golpes Dios quebró su poder económico y militar.
En el Monte del Calvario tuvo lugar un rescate mucho más grande. La sangre de Jesús fue derramada con látigos, clavos y una corona de espinas; por esa razón ya no es necesaria la celebración anual de la Pascua. “Nuestra Pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros” (1 Corintios 5:7). Piense en lo que eso significa para usted: ha sido perdonado, liberado del temor al juicio el día que muera, se le ha dado inmortalidad como la de Cristo. Por medio de la fe en él, puede rociar esa sangre en la puerta de su corazón. Esa sangre es el pago de todos sus pecados, y eso significa que el tirano Satanás ha perdido el control sobre usted.
Así como los israelitas eliminaban simbólicamente toda levadura en sus casas, nosotros podemos renovar la vida en servicio a nuestro Dios. Ahora, con el poder que nos da su Espíritu, nos podemos alegrar desechando los antiguos caminos pecaminosos y hallando nuevo gozo en los caminos de Dios. La última y más grande Pascua tuvo lugar el Viernes Santo y el día de la Resurrección.
Por causa de su fe en Cristo, el ángel de la muerte ha pasado de largo sobre usted. Tranquilícese. Está a salvo.Ahora, Cristo es el último cordero pascual
Los actos de Dios para darles la libertad a los esclavos israelitas fueron ciertamente grandiosos. El poder de los faraones en el noreste de África no tenía límites, pero con diez poderosos golpes Dios quebró su poder económico y militar.
En el Monte del Calvario tuvo lugar un rescate mucho más grande. La sangre de Jesús fue derramada con látigos, clavos y una corona de espinas; por esa razón ya no es necesaria la celebración anual de la Pascua. “Nuestra Pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros” (1 Corintios 5:7). Piense en lo que eso significa para usted: ha sido perdonado, liberado del temor al juicio el día que muera, se le ha dado inmortalidad como la de Cristo. Por medio de la fe en él, puede rociar esa sangre en la puerta de su corazón. Esa sangre es el pago de todos sus pecados, y eso significa que el tirano Satanás ha perdido el control sobre usted.
Así como los israelitas eliminaban simbólicamente toda levadura en sus casas, nosotros podemos renovar la vida en servicio a nuestro Dios. Ahora, con el poder que nos da su Espíritu, nos podemos alegrar desechando los antiguos caminos pecaminosos y hallando nuevo gozo en los caminos de Dios. La última y más grande Pascua tuvo lugar el Viernes Santo y el día de la Resurrección.
Por causa de su fe en Cristo, el ángel de la muerte ha pasado de largo sobre usted. Tranquilícese. Está a salvo.
Los actos de Dios para darles la libertad a los esclavos israelitas fueron ciertamente grandiosos. El poder de los faraones en el noreste de África no tenía límites, pero con diez poderosos golpes Dios quebró su poder económico y militar.
En el Monte del Calvario tuvo lugar un rescate mucho más grande. La sangre de Jesús fue derramada con látigos, clavos y una corona de espinas; por esa razón ya no es necesaria la celebración anual de la Pascua. “Nuestra Pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros” (1 Corintios 5:7). Piense en lo que eso significa para usted: ha sido perdonado, liberado del temor al juicio el día que muera, se le ha dado inmortalidad como la de Cristo. Por medio de la fe en él, puede rociar esa sangre en la puerta de su corazón. Esa sangre es el pago de todos sus pecados, y eso significa que el tirano Satanás ha perdido el control sobre usted.
Así como los israelitas eliminaban simbólicamente toda levadura en sus casas, nosotros podemos renovar la vida en servicio a nuestro Dios. Ahora, con el poder que nos da su Espíritu, nos podemos alegrar desechando los antiguos caminos pecaminosos y hallando nuevo gozo en los caminos de Dios. La última y más grande Pascua tuvo lugar el Viernes Santo y el día de la Resurrección.
Por causa de su fe en Cristo, el ángel de la muerte ha pasado de largo sobre usted. Tranquilícese. Está a salvo.Ahora, Cristo es el último cordero pascual
Los actos de Dios para darles la libertad a los esclavos israelitas fueron ciertamente grandiosos. El poder de los faraones en el noreste de África no tenía límites, pero con diez poderosos golpes Dios quebró su poder económico y militar.
En el Monte del Calvario tuvo lugar un rescate mucho más grande. La sangre de Jesús fue derramada con látigos, clavos y una corona de espinas; por esa razón ya no es necesaria la celebración anual de la Pascua. “Nuestra Pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros” (1 Corintios 5:7). Piense en lo que eso significa para usted: ha sido perdonado, liberado del temor al juicio el día que muera, se le ha dado inmortalidad como la de Cristo. Por medio de la fe en él, puede rociar esa sangre en la puerta de su corazón. Esa sangre es el pago de todos sus pecados, y eso significa que el tirano Satanás ha perdido el control sobre usted.
Así como los israelitas eliminaban simbólicamente toda levadura en sus casas, nosotros podemos renovar la vida en servicio a nuestro Dios. Ahora, con el poder que nos da su Espíritu, nos podemos alegrar desechando los antiguos caminos pecaminosos y hallando nuevo gozo en los caminos de Dios. La última y más grande Pascua tuvo lugar el Viernes Santo y el día de la Resurrección.
Por causa de su fe en Cristo, el ángel de la muerte ha pasado de largo sobre usted. Tranquilícese. Está a salvo.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este plan de lectura le ayudará a apreciar la presencia de Dios en los milenios pasados y le ayudará a entender cómo hoy en día se relaciona usted con los planes de él.
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Nos gustaría agradecer a Tiempo de Gracia por proveer este plan. Para más información, por favor visite: www.timeofgrace.org
