Antiguo y NuevoMuestra
Antes, se adoraba en Jerusalén
Durante 15 siglos, el pueblo de Israel tuvo una notable cohesión geográfica. Después de la milagrosa liberación de la esclavitud y del éxodo de un país que ya no era hospitalario con ellos, se establecieron en Canaán y se quedaron ahí. A cada una de las tribus se le asignó un territorio. Todo el país fue escogido por Dios en parte por su tamaño reducido; en promedio medía sólo unos 96 kilómetros de ancho y unos 160 kilómetros de norte a sur.
El tamaño reducido hizo posible la centralización. Dios quería que todos los jefes de familia se presentaran delante del tabernáculo (también llamado el tabernáculo de reunión) y más tarde delante del templo no sólo una o dos veces, sino “Tres veces al año se presentará todo hombre delante de Jehová, el Señor” (Éxodo 23:17). Las fiestas de la Pascua, de las Semanas y de los Tabernáculos eran de asistencia obligatoria.
Jesús mismo observó todas las normas del Antiguo Pacto. Aunque eran del norte, cuando vivían en Galilea sus padres lo llevaron a Jerusalén para la circuncisión, la denominación, y la presentación. Lo volvieron a llevar a la edad de 12 años para su bar mitzvah. Cuando fue adulto, se presentó en cada una de las tres fiestas de “peregrinaje”.
Fue irónico que cuando llegó a Jerusalén para celebrar la Pascua, se convirtió en el último Cordero Pascual.Antes, se adoraba en Jerusalén
Durante 15 siglos, el pueblo de Israel tuvo una notable cohesión geográfica. Después de la milagrosa liberación de la esclavitud y del éxodo de un país que ya no era hospitalario con ellos, se establecieron en Canaán y se quedaron ahí. A cada una de las tribus se le asignó un territorio. Todo el país fue escogido por Dios en parte por su tamaño reducido; en promedio medía sólo unos 96 kilómetros de ancho y unos 160 kilómetros de norte a sur.
El tamaño reducido hizo posible la centralización. Dios quería que todos los jefes de familia se presentaran delante del tabernáculo (también llamado el tabernáculo de reunión) y más tarde delante del templo no sólo una o dos veces, sino “Tres veces al año se presentará todo hombre delante de Jehová, el Señor” (Éxodo 23:17). Las fiestas de la Pascua, de las Semanas y de los Tabernáculos eran de asistencia obligatoria.
Jesús mismo observó todas las normas del Antiguo Pacto. Aunque eran del norte, cuando vivían en Galilea sus padres lo llevaron a Jerusalén para la circuncisión, la denominación, y la presentación. Lo volvieron a llevar a la edad de 12 años para su bar mitzvah. Cuando fue adulto, se presentó en cada una de las tres fiestas de “peregrinaje”.
Fue irónico que cuando llegó a Jerusalén para celebrar la Pascua, se convirtió en el último Cordero Pascual.
Durante 15 siglos, el pueblo de Israel tuvo una notable cohesión geográfica. Después de la milagrosa liberación de la esclavitud y del éxodo de un país que ya no era hospitalario con ellos, se establecieron en Canaán y se quedaron ahí. A cada una de las tribus se le asignó un territorio. Todo el país fue escogido por Dios en parte por su tamaño reducido; en promedio medía sólo unos 96 kilómetros de ancho y unos 160 kilómetros de norte a sur.
El tamaño reducido hizo posible la centralización. Dios quería que todos los jefes de familia se presentaran delante del tabernáculo (también llamado el tabernáculo de reunión) y más tarde delante del templo no sólo una o dos veces, sino “Tres veces al año se presentará todo hombre delante de Jehová, el Señor” (Éxodo 23:17). Las fiestas de la Pascua, de las Semanas y de los Tabernáculos eran de asistencia obligatoria.
Jesús mismo observó todas las normas del Antiguo Pacto. Aunque eran del norte, cuando vivían en Galilea sus padres lo llevaron a Jerusalén para la circuncisión, la denominación, y la presentación. Lo volvieron a llevar a la edad de 12 años para su bar mitzvah. Cuando fue adulto, se presentó en cada una de las tres fiestas de “peregrinaje”.
Fue irónico que cuando llegó a Jerusalén para celebrar la Pascua, se convirtió en el último Cordero Pascual.Antes, se adoraba en Jerusalén
Durante 15 siglos, el pueblo de Israel tuvo una notable cohesión geográfica. Después de la milagrosa liberación de la esclavitud y del éxodo de un país que ya no era hospitalario con ellos, se establecieron en Canaán y se quedaron ahí. A cada una de las tribus se le asignó un territorio. Todo el país fue escogido por Dios en parte por su tamaño reducido; en promedio medía sólo unos 96 kilómetros de ancho y unos 160 kilómetros de norte a sur.
El tamaño reducido hizo posible la centralización. Dios quería que todos los jefes de familia se presentaran delante del tabernáculo (también llamado el tabernáculo de reunión) y más tarde delante del templo no sólo una o dos veces, sino “Tres veces al año se presentará todo hombre delante de Jehová, el Señor” (Éxodo 23:17). Las fiestas de la Pascua, de las Semanas y de los Tabernáculos eran de asistencia obligatoria.
Jesús mismo observó todas las normas del Antiguo Pacto. Aunque eran del norte, cuando vivían en Galilea sus padres lo llevaron a Jerusalén para la circuncisión, la denominación, y la presentación. Lo volvieron a llevar a la edad de 12 años para su bar mitzvah. Cuando fue adulto, se presentó en cada una de las tres fiestas de “peregrinaje”.
Fue irónico que cuando llegó a Jerusalén para celebrar la Pascua, se convirtió en el último Cordero Pascual.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este plan de lectura le ayudará a apreciar la presencia de Dios en los milenios pasados y le ayudará a entender cómo hoy en día se relaciona usted con los planes de él.
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Nos gustaría agradecer a Tiempo de Gracia por proveer este plan. Para más información, por favor visite: www.timeofgrace.org