Sus caballos son más veloces que guepardos y más feroces que lobos al anochecer. Sus jinetes arremeten desde lejos. Como águilas, se lanzan en picada para devorar a sus presas. »Vienen sin tregua, decididos a la violencia. Sus multitudes avanzan como el viento del desierto, barriendo cautivos a su paso como si fueran arena. Se burlan de reyes y príncipes y menosprecian todas sus fortalezas. ¡Simplemente hacen rampas de tierra contra las murallas y las toman por asalto! Arrasan como el viento y desaparecen. Pero son profundamente culpables, porque hicieron de su propia fuerza un dios». Oh SEÑOR mi Dios, Santo mío, tú que eres eterno, ¡no puede ser que estés planeando acabar con nosotros! Oh SEÑOR, nuestra Roca, tú has enviado a los babilonios para corregirnos y castigarnos por nuestros muchos pecados. Pero tú eres puro y no soportas ver la maldad. ¿Serás indiferente ante la traición de ellos? ¿Guardarás silencio mientras los perversos se tragan a gente más justa que ellos? ¿Somos tan solo peces para ser capturados y matados? ¿Somos simples criaturas del mar que no tienen quien las guíe?
Leer Habacuc 1
Escuchar Habacuc 1
Compartir
Comparar todas las versiones: Habacuc 1:8-14
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos