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EL ABC DE LA NARRATIVA

Todos tenemos una historia que contar. ¡Para los seguidores de Jesús, nuestras historias no podrían ser más poderosas! ¿Por qué? Porque nuestras historias cuentan a otros acerca de Jesús. Con demasiada frecuencia, no compartimos nuestras historias de encuentro con Jesús porque no sabemos cómo. Bueno, el apóstol Pablo demostró un método claro de tres pasos para compartir nuestro camino de fe con los demás:

1. La vida ANTES de Cristo: Pablo creció en lo que hoy es el sur de Turquía. Él era de una buena familia judía, y alrededor de los 12 años fue a Jerusalén para estudiar con el rabino más grande de su época. Como adulto, Pablo comenzó a perseguir a los seguidores de Jesús, convirtiéndose en uno de los terroristas religiosos originales. Como cualquier terrorista religioso, Paul creía con todo su corazón que lo que estaba haciendo estaba bien.
2. ENCUENTRO CON CRISTO: Mientras Pablo se dirigía a Damasco, la actual Siria, buscando encarcelar a los seguidores de Jesús, se encontró con Cristo. Jesús apareció en forma de una luz deslumbrante, cegando a Pablo durante tres días y obligándolo a luchar con todo lo que había sabido y creído hasta ese momento. Fue en este momento de su historia que Pablo reconoció la verdad acerca de Jesús. Esto es arrepentimiento: el cambio de mentalidad que conduce a un cambio de dirección, un cambio de corazón y un cambio de prioridades. Hasta que una persona sea convencida de su pecaminosidad en comparación con la impecabilidad de Jesucristo, él/ella nunca entenderá la tercera parte de la historia.
3. La vida DESPUÉS de Cristo: Pablo, el defensor anti-Jesús más acérrimo que jamás haya existido fue, se convirtió en el más grande misionero en la historia de la iglesia y el autor de gran parte del Nuevo Testamento, todo debido a un encuentro con Jesucristo que cambió la vida.

Entonces, ¿cuál es tu historia? Ninguna historia está completa hasta que tiene las tres partes: antes de Cristo, encontrando a Cristo y después de encontrar a Cristo. Si su historia es simplemente la primera parte, haga de hoy el punto de inflexión. ¡Abre tu corazón a Cristo y permítele que transforme radicalmente tu vida! Y si, como Pablo, te has encontrado con Cristo, ¿cuándo fue la última vez que lo compartiste? Porque una historia está destinada a ser contada, es una gran razón por la que Dios te eligió. Pídele a Dios una oportunidad para compartir tu historia hoy.