Desde el principio hasta la eternidad: un estudio de la gran narrativa de la EscrituraMuestra
Las historias de Abraham, Isaac, Jacob y José nos enseñan cómo Dios obra a través de personas inesperadas para llevar a cabo Sus planes. Él no elige a las personas porque cumplan con algún estándar de moralidad o excelencia, sino que en Su soberanía, Dios elige a quien Él quiere. Veremos que lo mismo sucede con Moisés. Dios le pidió que asumiera un importante papel de liderazgo que requería coraje y fortaleza. Pero, Moisés carecía de ambas cualidades. Era un hombre que vivía escondido, temeroso de asumir la misión divina que le había sido encomendada.
Después de cuatrocientos años, Dios respondió al clamor de los israelitas y envió a Moisés para ayudar a liberarlos de la esclavitud. Dios le había prometido a Israel una vida de bendición y fecundidad física en la tierra de Canaán.
Después de la devastadora décima plaga, Faraón le dijo a Moisés y al pueblo que salieran inmediatamente (Ex. 12:31-32). Así lo hicieron. Pero más tarde, Faraón se arrepintió de su decisión. Reunió a sus tropas y persiguió a los israelitas, alcanzándolos a la orilla del Mar Rojo.
Lee Éxodo 14:10-14.
Después de recordarle a Israel su liberación garantizada por el poder de Dios, Moisés levantó su vara y Dios abrió el Mar Rojo (Ex. 14:21). Entonces Moisés guió a Israel a través de tierra seca.
El pueblo de Israel ahora era libre y caminaba hacia la tierra prometida. Pero de camino allí, se detuvieron para encontrarse con Dios en el Monte Sinaí. Allí, Dios hizo otro pacto con Israel a través de Moisés. A través de este pacto, Dios dio instrucciones sobre cómo vivir como Su pueblo, amándolo a Él y amándonos unos a otros.
Lee Éxodo 20:1-17.
Al guardar la ley, Israel podría honrar el pacto hecho con Dios. Este pacto estableció los términos de la relación de los israelitas con Dios y los ayudó a vivir su diseño divino como portadores de la imagen en la comunidad del reino de Dios.
El libro de Números detalla el viaje de Israel a través del desierto hacia la tierra prometida. Durante cuarenta años, Moisés guió a los israelitas, navegando por temporadas de obediencia y desobediencia con Dios. Pero, por la gracia de Dios, finalmente llegaron a las orillas del río Jordán, un cuerpo de agua en cuya orilla opuesta estaba la tierra prometida de Canaán.
Moisés terminó Deuteronomio contando todas las bendiciones que Israel experimentaría si los israelitas obedecían el gobierno de Dios y todas las duras consecuencias que experimentarían si desobedecían. Muchas de las promesas que Dios le hizo a Abraham estaban a punto de cumplirse.
Escritura
Acerca de este Plan
Este Plan te guía a través de la historia de la Biblia, mostrando cómo los sesenta y seis libros se combinan para formar una narrativa unificada. Entrelazando las valiosas verdades teológicas encontradas desde Génesis hasta Apocalipsis, este estudio de 9 días muestra la importancia eterna de lo que Dios está haciendo en el mundo y cómo nos invita a ser parte de ello.
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