Desde el principio hasta la eternidad: un estudio de la gran narrativa de la EscrituraMuestra
Lee Génesis 3.
En los primeros once capítulos de Génesis, vemos rápidamente alterada la bella creación de Dios. Una vez que el pecado ingresó en el mundo, se propagó, provocando muerte e inmoralidad que culminó en una rebelión mundial contra Dios. Aquellos designados a vivir en comunidad con Dios, construyendo Su reino, decidieron que querían construir un reino para sí mismos. Pero de manera épica, Dios respondió dispersando a las naciones en toda la Tierra (Gen. 11:1-9).
En Génesis 3:15, Dios prometió restaurar Su reino. Prometió que un día la cabeza de la serpiente, que representa a Satanás y el pecado en sí, sería aplastada y erradicada de manera permanente del mundo. Un día, todo lo que está roto sería restaurado en su totalidad. Sin embargo, al final de Génesis 11, la corrupción del reino no ha sido remediada. El pecado aún existía y la humanidad estaba viviendo en rebelión, completamente en contra de Dios.
Al leer la Escritura, seguiremos haciendo la misma pregunta—¿Cómo cumpliría Su promesa?
Lee Génesis 12:1-3.
En estos tres versículos, Dios hizo una promesa a Abraham sobre su futuro. Si Abraham seguía obedientemente a Dios, Él le daría tres cosas—tierra, pueblo y bendición. A través de Abraham, Dios restauraría Su reino, estableciendo un lugar para Su pueblo bajo Sus normas y bendición.
Dios llamó a Abraham para un propósito especial e hizo una serie de promesas que se combinaban para formar una gran promesa llamada pacto. El pacto de Dios con Abraham se revela en Génesis 12; 15; 17.
Muchas de las promesas que Dios hizo en la Escritura no se cumplieron de manera inmediata. Mientras Dios, de manera anticipada, le mostró a Su pueblo cómo los rescataría, Su plan de redención se revela de generación en generación. El pueblo de Dios tuvo que esperar pacientemente y confiar en que Dios cumpliría Sus promesas.
Lee Génesis 15:1-6 y Génesis 17:1-8.
La parte final del pacto de Dios con Abraham incluyó una promesa de bendición. La bendición que Dios le dio a Abraham era doble, ya que Abraham recibió la bendición de Dios y llevó bendición al mundo entero.
Ahora, vemos que Dios eligió a Abraham y su descendencia como Su pueblo. En Su soberanía, Él escogió a este hombre y su familia para ser el canal por el que Él redimiría la humanidad y restauraría Su reino. Ellos eran el pueblo de Dios, bajo Sus normas y bendición, en camino a un lugar que Dios apartó para ellos.1 ¡El plan de restauración del reino de Dios había sido puesto en marcha!
1. Graeme Goldsworthy, The Goldsworthy Trilogy (Milton Keynes, England: Paternoster, 2000), 54; Vaughan Roberts, God’s Big Picture (Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 2002), 22.
Acerca de este Plan
Este Plan te guía a través de la historia de la Biblia, mostrando cómo los sesenta y seis libros se combinan para formar una narrativa unificada. Entrelazando las valiosas verdades teológicas encontradas desde Génesis hasta Apocalipsis, este estudio de 9 días muestra la importancia eterna de lo que Dios está haciendo en el mundo y cómo nos invita a ser parte de ello.
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